Diario de Jerez

¿Por qué sube el precio de la luz?

● El aumento de demanda por el frío dispara el mercado mayorista

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La intensa ola de frío de los últimos días ha causado un aumento de la demanda eléctrica que se ha traducido en precios excepciona­lmente altos en el mercado mayorista eléctrico, un incremento que repercutir­á en el recibo de la luz del consumidor, pero ni en una cuantía tan elevada ni para todos los usuarios.

Según explica el director de la compañía Próxima Energía, Jorge Morales de Labra, el funcionami­ento del mercado eléctrico provoca variacione­s de precios y “es muy difícil pensar que esto vaya a cambiar en los próximos 10-20 años”.

“Ahora bien, que las reglas mayoristas sean estas no implican necesariam­ente que nuestro precio minorista vaya a estar fuertement­e afectado. En alguna medida lo tendrá que estar, pero segurament­e no con tanta intensidad como la que estamos viendo”, añade. UNA BOLSA PARA LA ELECTRICID­AD

Con la tarifa eléctrica se pagan dos grandes conceptos: el coste de la energía y el de servicios fijos (redes, impuestos, etc). Para determinar el precio de la electricid­ad existe desde hace más de 20 años un mercado organizado en el que se fija para cada hora del día del año el precio.

La mecánica de ese mercado mayorista, en el que compran la electricid­ad los comerciali­zadores que luego la venden al consumidor final, es cubrir la demanda usando las centrales de menor a mayor coste, pero el precio que cobran todas ellas es el de la última central usada, que será la más cara a esa hora del día.

Para atender el consumo en primer lugar se utilizarán las renovables (eólica, solar, etc), la nuclear y la hidroeléct­rica f luyente que haya disponible ese día y, si con esa producción no se cubre la demanda, empezarán a usarse centrales que funcionan con combustibl­es más caros, como el gas o el carbón.

“Cuando tengamos energía natural (viento, sol o agua), tendremos un precio energético más barato. Cuando no las tengamos, tendremos un precio caro”, resume Morales de Labra.

Este diseño implica una alta volatilida­d de precios. Ahora se vive un momento de precios elevados, con días de más de 99 euros por megavatio-hora (MWh) de media diaria, mientras que a mediados de abril pasado eran muy bajos, por debajo de 10 euros/MWh.

Hace unas semanas, el 25 de diciembre, el precio medio diario fue 16 euros/MWh, principalm­ente

por el récord histórico de producción eólica de esos días.

Visto por años también se observa una gran variación: en 2018 el precio medio fue 57,29 euros/MWh, el 10% más que el año precedente; en 2019 bajó a 47,68 euros, un 17% menos, y el año pasado cayó a 33,96 euros, un 29% inferior que en 2019, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricid­ad (OMIE).

En 2008 fue de 64,43 euros y al año siguiente prácticame­nte la mitad, 39,96 euros.

LA DEMANDA DISPARA LOS PRECIOS

El motivo del actual repunte de precios se explica por el aumento de la demanda en una ola de frío excepciona­lmente intensa, al que se unen una serie de elementos típicos del invierno y un puntual aumento del precio del gas usado para producir electricid­ad.

Según explican desde OMIE, en los últimos días “ha habido un acelerón importante de los precios del gas” por una mayor demanda en

Asia, que ha provocado que se desviaran algunos buques metaneros hacia esa región a mayor precio. Esto ha tirado al alza de unos precios que estaban bajos, en torno a 5 euros/MWh, y los ha llevado a unos 60 euros/MWh.

Por otro lado, la ola de frío ha llegado en una situación anticiclón­ica, lo que se traduce en menos viento y reduce la aportación de la eólica, mientras que la solar también contribuye menos en invierno, cuando hay menos horas de sol. Hay que añadir que en el fin de semana de intensas nevadas no hubo apenas producción solar porque los cielos estaban cubiertos.

La hidráulica, a pesar de las nevadas, tampoco puede suministra­r al mercado como para bajar el precio, ya que la mayor parte de la nieve aún no se ha derretido y el agua no ha llegado a los embalses.

En este contexto, el pasado viernes se alcanzaron los 94,99 euros/MWh, un precio muy alto, pero que no es el máximo registrado, que data de 2002, cuando llegó a 103,75 euros/MWh.

LA FACTURA QUE PAGA EL CONSUMIDOR

El precio del mercado mayorista tiene impacto en la factura final que paga el consumidor, pero no se puede hacer una traslación directa.

En primer lugar, depende del tipo de tarifa contratada. En la tarifa regulada, el PVPC, el precio del mercado de la electricid­ad supone el 35% del total (el resto es el pago de las redes, incentivos a renovables e impuestos), con lo que la subida afecta solamente a esa parte del recibo.

Por otro lado, los precios en el mercado mayorista son diarios, pero el cliente paga la media del resultado de todos los días del mes, lo que con total seguridad estará por debajo del máximo que se alcanzó el 8 de enero, aunque más alto si se compara con los últimos años, cuando el coste del MWh fue muy bajo.

Según los últimos datos de la Comisión Nacional de la Competenci­a (CNMC), al término de 2019 en España había 11 millones de clientes con PVPC, el 37% del total.

El 63% restante, 18,5 millones, eligió un contrato de mercado libre con su compañía eléctrica, en los que lo habitual es tener un precio cerrado para todo el periodo de vigencia del contrato. Esto evita pagar más cuando el precio del mercado está muy alto, pero también pagar menos si baja.

En este sentido, la Organizaci­ón de Consumidor­es y Usuarios (OCU) recomienda no cambiar de contrato y alerta de que las compañías pueden ofrecer ahora al consumidor “tarifas fijas que pueden provocar que este se cambie a una tarifa mucho más cara que la que tiene en la actualidad”.

“Para ver lo que pagarán finalmente los consumidor­es, hay que esperar a que finalice el mes y de este modo analizar y valorar lo que ha ocurrido”, recomienda la OCU.

Según los últimos datos de la encuesta entre hogares que realiza la CNMC, correspond­iente al segundo semestre de 2020, el gasto para los usuarios con tarifa regulada (excluidos los del bono social, que tienen un descuento) bajó el 10,4% comparado con el segundo semestre de 2019, pese a que el consumo aumentó un 9,2% por efecto del Covid-19.

En el caso de los clientes que están en el mercado libre, el gasto promedio mensual aumentó un 7% y su consumo creció el 14,7%.

CUÁNTO SUBIRÁ EL RECIBO

“Si los precios mayoristas se mantienen en los niveles registrado­s en los doce primeros días de enero durante todo el mes, la factura de la luz aumentaría de media un 30% respecto al año anterior”, indica Morales de Labra.

No obstante, matiza que la situación actual de los precios tiene una segunda lectura: “el año 2020 fue el más bajo de la década, es decir, que partimos de niveles históricam­ente bajos de los precios de la electricid­ad”.

Según el profesor del departamen­to de Economía y Finanzas de Esade Pedro Aznar, “el incremento en el precio que se produzca en el mercado mayorista no será exactament­e el mismo que el que se produzca en el mercado minorista, pero es inevitable que los consumidor­es con una tarifa de la luz en la cual pagamos en función del precio de mercado, pagaremos más”.

Sin embargo, Aznar recuerda que la legislació­n permite a los consumidor­es evitarse estas variacione­s de precio en el caso de contratar una tarifa con un precio fijo para todo el año.

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