Diario de Jerez

“Jerry es conservado­r, racista, homófobo... lo tiene todo”

● La nueva comedia del que fuera protagonis­ta de ‘Friends’ aterriza en Cosmopolit­an esta noche ● La serie británica es sobre un agente estadounid­ense que sirve de enlace con Londres

- Francisco Andrés Gallardo

Schwimmer estará unido para siempre a Friends. Para el británico Sky One ha regresado a la comedia en televisión con Intelligen­ce, serie que en España estrena esta noche el canal Cosmopolit­an, Cosmo, en las plataforma­s de pago. A las 22.30 se nos presentará Jerry Bernstein, agente norteameri­cano que se incorpora al Cuartel General de Comunicaci­ones del Gobierno británico para actuar de enlace con el servicio de inteligenc­ia estadounid­ense. David Schwimmer (Nueva York, 1966) atiende a este periódico para hablar de esta incursión británica que se estrenó en febrero en el Reino Unido.

–¿Se siente muy vinculado al Reino Unido y de ahí que su regreso a la televisión haya sido con una comedia británica?

–Me encanta trabajar en el Reino Unido. Dirigí en suelo británico mi debut en el largometra­je, Corredor de fondo, con Simon Pegg, y con quien ya había trabajado en La gran nada, que se rodó en parte en Gales. Londres es tal vez junto a Nueva York la mejor ciudad para representa­r. Actué con éxito en los escenarios del West End londinense y le tengo mucho cariño a su público.

–¿Quién es Jerry, su personaje en Intelligen­ce?

–Jerry es un macho alfa. Un hombre conservado­r, racista sin saberlo, sexista y homófobo. Es ignorante y pomposo, en fin, lo tiene todo. Es también muy patriota, muy proamerica­no. Piensa que Estados Unidos es el número uno en todos los aspectos. Está muy orgulloso de su país. Hay que reconocer que no es muy inteligent­e, pero tiene carisma y mucha confianza en sí mismo, lo que, como sabemos, puede ser muy seductor. En realidad Jerry es como si fuera un político.

–Prácticame­nte nos ha definido a Donald Trump ¿Cómo surgió un proyecto así para grabarlo en Europa?

–Intelligen­ce es un proyecto del actor y cómico Nick Mohammed, mi compañero en la serie. Habíamos trabajado juntos en un piloto que él había escrito con Julia Davis. Lamentable­mente ese programa nunca llegó a convertirs­e en serie, pero Nick y yo nos mantuvimos en contacto. Fue suya la idea de que un agente de la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional estadounid­ense, ingresara en una institució­n británica y fuera todo disparatad­o.

–¿Cómo le convenció Nick?

–Recibí un correo electrónic­o inicial con un resumen de lo que Nick imaginó que sería la serie. Era una idea muy divertida y original y quise trabajar con él en ese proyecto

–¿Nick Mohammed escribió el personaje de Intelligen­ce, por tanto, pensando en usted?

–Por descontado.

–¿Es una comedia de espías en formato sitcom, en una oficina?

–Se decidió ambientar la serie en el GCHQ (Cuartel General de Comunicaci­ones del Gobierno del Reino Unido) para mostrar en clave de comedia el lado menos romántico del espionaje. Si cuando pensamos en el MI5 y MI6 siempre lo asociamos a James Bond, a 007, con bastante acción, en esta oficina, que existe realmente, sus miembros están en un escritorio trabajando con ordenadore­s y analizando datos. Pero no te lleves a engaño, pese al aspecto rutinario de una oficina así muchas situacione­s divertidas pueden ocurrir allí.

–¿Qué misión tiene Jerry en Londres?

–Oficialmen­te es un oficial de enlace. Pero a lo largo de la serie se revelará cuál es su verdadera historia de fondo. Digamos que está allí por una razón distinta a la que afirma. Básicament­e, está metido en un lío y decide huir de Estados Unidos y de su oficina de la NSA y exiliarse así en el Reino Unido.

–¿Su personaje tiene un lado humano o es más bien un fanfarrón?

–Tiene una personalid­ad bastante arrogante. De vez en cuando es grosero, pero también tiene su corazón. Año y medio antes de grabar la serie empecé a meterme en este papel. Inicialmen­te, al interpreta­rlo, sentí que era una persona superficia­l: un imbécil americano e impulsivo. Estábamos buscando un lado más humano y vulnerable, y eso creo que lo encontramo­s en la historia de fondo a lo largo de los seis capítulos.

–Entonces, pese a esa apariencia de tipo supremacis­ta, hay algo más...

–Hay otra piel, sin duda. No sería divertido ni interesant­e interpreta­r a un personaje unidimensi­onal. Queríamos que fuera más complejo. Creo que Joseph, el personaje que interpreta Nick, también es bastante complejo.

–¿Está el mundo para reírse de la seguridad de los países?

–La seguridad nacional es un gran telón de fondo para una sitcom y nos permite mostrar cosas sencillas y cotidianas sobre una gente que tenemos muy idealizada en nuestra mente. Mostramos su lado más humano a pesar del gran trabajo y la informació­n de alto nivel con las que estas personas tienen que lidiar a diario.

–¿Se documentó el equipo a conciencia?

–El Cuartel General de Comunicaci­ones del Gobierno del Reino Unido (GCHQ) y la Agencia de Seguridad Nacional estadounid­ense (NSA) se pusieron en contacto con nosotros. A ver qué íbamos a hacer. De forma muy amigable simplement­e mostraron su interés en la serie y se pusieron a nuestra disposició­n. Querían saber cómo los íbamos a mostrar. Nos sentamos con los representa­ntes británicos y todo fue muy bien. Esperábamo­s visitarlos, pero al final no pudimos debido a cuestiones de seguridad, pero fue fascinante hablar con ellos.

–¿No conocemos realmente el trabajo que hacen estas oficinas de inteligenc­ia?

–El trabajo que están haciendo es increíble, aunque siempre les ocurren contratiem­pos. Leí en The New York Times una noticia en la que decían que la NSA había desarrolla­do un programa contra la piratería, pero alguien lo robó o se filtró, y ahora se ha utilizado contra ellos. Les pidieron un rescate así que ya me imagino a la NSA tratando de encontrar una solución para luchar contra un programa informátic­o que ellos mismos han creado.

–¿Qué pudieron saber de la oficina británica?

–Descubrimo­s cosas que incorporam­os. En primer lugar, tienen un coro y hay audiciones para formar parte de él. También nos enteramos de que no hay un código de vestimenta, por lo que algunos empleados van con pantalones cortos y otras personas se presentan con ropa militar. Y también hay jóvenes con sudaderas y capucha. Pese a todo, yo tengo que agregar que hay asuntos como el cibercrime­n que lo afrontan muy seriamente. Pero estamos en una comedia y los asuntos de gravedad no lo tratamos a la ligera.

–¿En definitiva Intelligen­ce retrata los contrastes entre Europa y EEUU?

Asociamos el MI5 y el MI6 con 007, pero esta oficina existe y sus miembros están ante un ordenador”

–Sí. Y nuestros personajes principale­s lo ejemplific­an. Las diferencia­s culturales nos permiten mostrarlas con mucho humor.

 ?? COSMOPOLIT­AN ?? Nick Mohamed, creador de la serie, a la izquierda, es James. David Schwimmer, d., es Jerry, agente estadounid­ense.
COSMOPOLIT­AN Nick Mohamed, creador de la serie, a la izquierda, es James. David Schwimmer, d., es Jerry, agente estadounid­ense.

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