Dos acusados de preparar actos de ‘kale borroka’ rechazan la violencia
Galder Barbado y Aitor Zelaia aseguraron ayer en el juicio al que se someten al estar acusados de tenencia de explosivos destinados a acciones de kale borroka o violencia callejera que rechazan todo tipo de violencia y que apoyan el “movimiento de la izquierda abertzale de forma pacífica”.
La Fiscalía pide para cada uno ocho años de cárcel, libertad vigilada por otros 7 años e inhabilitación por el tiempo que dure la condena.
Durante la sesión de ayer declararon los dos acusados, quienes rechazaron cualquier tipo de violencia y aseguraron que son simpatizantes del movimiento de Izquierda abertzale, pues comparten las ideas y estrategias para conseguir sus objetivos políticos, si bien dejaron claro que siempre “a través de vías pacíficas”.
Asimismo, aseguraron que no existía ninguna relación entre ambos.
Una versión que contradice los informes policiales, ya que las huellas de los acusados aparecen en los elementos encontrados en un bidón oculto en el interior de un tubo de hormigón hallados en 2018 en un descampado de Durana, en Álava.
Los acusados negaron que tuvieran conocimiento de la existencia de este bidón.
También declararon dos policías. Uno de ellos aseguró que los elementos encontrados en el bidón (botes de clorato potásico, cohetes pirotécnicos, cables eléctricos, botes de gas propano, bombas de camping gas, tuercas y tornillos, entre otros) están relacionados con la kale borroka. El agente explicó que almacenar estos artefactos en un bidón es una práctica habitual de organizaciones similares a ETA, aunque no afirmó que dicho material pertenezca a esta banda.
En la casa de Zelaia se incautaron una mochila con bridas, guantes, pasamontañas, walkie-talkies y teléfonos móviles, en los que los agentes hallaron ADN de Barbado. Los acusados atribuyeron este hallazgo a que ambos habían trabajado en un festival de rock.
La Fiscalía pide para cada uno ocho años de cárcel y libertad vigilada por otros siete