Diario de Jerez

LA RUPTURA FINANCIERA

- FÁTIMA DÍAZ TORRES

ENTRE Bertín Osborne y Fabiola Martínez, quienes el pasado fin de semana anunciaban su sorpresiva separación, hay un respeto inquebrant­able y un afecto fraternal tan honesto como duro para una pareja que ha pasado más de 20 años juntos. La decisión de romper de Fabiola ha pillado a la opinión pública despreveni­da, pero no es ni mucho menos repentina. Ambos llevaban mucho tiempo pensando en poner punto y final a su matrimonio. Bertín ya reconoció que pasó todo el confinamie­nto solo en Sevilla, mientras que Fabiola estaba en Madrid con los niños. Ha sido un año muy complicado para la ya ex pareja, tanto que se han adaptado a estar separados, a dejar de verse como se veían, a dejar de quererse con pasión.

Fabiola es una mujer fuerte y empoderada, valiente y bella. De ahí que Bertín no tenga más que palabras de cariño hacia ella y, aunque hay muchos flecos sueltos que terminarán saliendo en las próximas semanas sobre lo que no se quiere contar de esta separación y lo que ha hecho que su amor se desgaste y se pierda hasta el punto de ser fraternal, lo cierto es que como ha dicho el presentado­r “se quieren y son grandes amigos”. Hablan todos los días por los niños y “todo está bien’’.

Pese a que la noticia saltó el pasado domingo en Viva

la vida, Bertín y Fabiola llevaban ya tiempo separados. Después de dos décadas de vida en común, son muchas las cosas que ahora se verán alteradas. La más inmediata el apellido, porque Fabiola tendrá que recuperar el ‘Martínez’ de Fabiola Martínez Benavides, su auténtico nombre. Comienza un camino sola e independie­nte, unos pasos que costarán dar, más aún con lo tradiciona­l que es esta venezolana que siguió la costumbre de su país de adoptar el apellido de su esposo.

Aunque la ruptura haya sido amistosa, son muchas las cuestiones que ahora tienen que dirimirse en términos financiero­s, pues pese a que se casaron en régimen de separación de bienes, sí están vinculados en varias sociedades, lo que supondrá que tenga que hacerse un reparto de ese patrimonio. Es el caso de Corporativ­a Eucanor, una de las empresas del conglomera­do en el que Bertín aglutina sus actividade­s inmobiliar­ias, de alimentaci­ón y de televisión, entre otras iniciativa­s. La fundación que ambos crearon para ayudar a niños con lesiones cerebrales y a sus familias la seguirá liderando Fabiola, como siempre.

Bertín Osborne disfruta de un momento profesiona­l espléndido y, como consecuenc­ia, ha podido sufragar casi en su totalidad la deuda que tenía con Hacienda, que llegó a alcanzar unos 1.570.000 euros, por una mala gestión de un administra­dor. Con todo, el reparto de los negocios que comparten, después de 20 años de matrimonio, no será nada fácil.

 ?? EUROPA PRESS ?? Bertín Osborne y Fabiola, en un acto de su fundación.
EUROPA PRESS Bertín Osborne y Fabiola, en un acto de su fundación.

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