Perfil de la mujer asesinada: madre, de 44 años y que convive con su agresor
De las 56 víctimas mortales, sólo 12 habían presentado denuncias contra quien la agredió según el Observatorio contra la Violencia de Género En cuatro casos no se apreció riesgo
En 2019 un total de 56 mujeres murieron a manos de su pareja o ex pareja, y la violencia de género se cobró además la vida de tres menores y dejó huérfanos a 47. El perfil medio de las víctimas mortales es el de una madre, de 44 años, que mantiene una relación afectiva y convive con su agresor.
El estudio de las víctimas, realizado por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), muestra que 12 de las 56 víctimas mortales (el 21,4%) habían presentado denuncias previas contra su agresor, aunque seis mantenían la convivencia. En cuatro casos había órdenes de alejamiento en vigor, pero el agresor la vulneró. En uno de ellos, víctima y asesino convivían.
De los expedientes judiciales se desprende que en el 64% de los casos la víctima convivía con su agresor en el momento del crimen.
En el 39% de los casos el agresor era el marido de la víctima y en el 43% mantenían otra relación afectiva. En el 16% de los casos el feminicidio ocurrió en momentos de crisis de la pareja, porcentaje que aumenta y pone de manifiesto, según el CGPJ, que esta circunstancia incrementa el riesgo.
El 41% de las víctimas eran extranjeras, fundamentalmente europeas o latinoamericanas, y la gran mayoría (78,6%) madres.
El agresor era el padre biológico del 68% de los menores que quedaron huérfanos.
Los tres niños asesinados murieron a manos de sus padres biológicos y había denuncias previas de la madre. Dos de los hombres se suicidaron tras el crimen.
El perfil del asesino es el de un varón de 48 años y español (el 60,7%). Casi la mitad fueron detenidos tras cometer el delito, en un 14,3% de los casos se entregaron y en un 30,4%, se suicidaron. Cuando además de a la mujer se mata a un niño, el porcentaje de suicidios suele rondar el 50%, destaca el Observatorio.
El informe analiza también el lugar, el momento y los métodos del crimen y muestra que en el 70% de los casos el feminicidio tuvo lugar dentro o en las zonas exteriores del domicilio compartido.
La mayoría de los agresores usó un arma blanca y el 16% recurrió a un arma de fuego; la mayoría de estos últimos se suicidó.
Julio (con el 17,9%) y el domingo (con el 19,6%) fueron el mes y el día de la semana que concentraron un mayor número de feminicidios, confirmando una tendencia que se viene manteniendo constante desde 2003, destaca el Observatorio.
Del análisis de los 12 casos con denuncia previa se desprende que en la mayoría de ellos fue la mujer la que denunció ante las fuerzas y cuerpos de seguridad, fundamentalmente agresiones físicas.
De los 16 procedimientos analizados (varias víctimas presentaron más de una denuncia), solo en diez se realizó evaluación de riesgo: cuatro fueron considerados de “riesgo medio”, dos de “bajo” y en cuatro no se apreció.
En todos los casos menos en uno se concedieron las medidas de protección solicitadas, fundamentalmente la orden de alejamiento.