La pandemia golpea con fuerza el empleo y el crecimiento en Andalucía
Todos los indicadores revelan la profundidad de la crisis con 25.247 empleos destruidos en enero
Los afectados por ERTE rondan los 100.000 y los autónomos en cese de actividad los 65.000
Las personas que no trabajan de manera efectiva ascienden a 1.152.051 en Andalucía
No es de los peores eneros que se recuerdan en lo laboral –de hecho, pese a los malos datos, es mejor que el del año pasado– pero las cifras absolutas asustan, sobre todo en lo que se refiere al paro. Tras sumar 18.249 nuevos desempleados en el primer mes del año (el mejor dato, pese a todo, en tres años), Andalucía llega a 987.686 desempleados. No es el temido millón, pero se supera cualquier máximo del año pasado (incluido los de abril y mayo) y se registra el peor dato desde hace más de cinco años.
La Seguridad Social, por su lado, registra 25.247 afiliados menos en enero, hasta 3.099.107, una cifra alta pero que no escapa a la normalidad en esa época del año. De hecho, en 2020 se perdieron más de 40.000 empleos, una caída mayor. Lo más negativo es que enero es el primer mes desde marzo en el que baja la afiliación en términos mensuales tras nueve meses seguidos subiendo.
Los datos siguen en cierta medida maquillados por los ERTE y la ayuda por cese de actividad a los autónomos. Las suspensiones laborales en Andalucía bajan en 3.802 personas, hasta 98.821 a 31 de enero, al contrario que en el conjunto de España, donde suben en más de 35.000. Las prestaciones por cese de actividad de los autónomos suben, sin embargo, en 2.590, hasta 65.548. Si a ambos colectivos los consideramos parados y no ocupados, el desempleo se sitúa en Andalucía en 1.152.051 personas y el número de afiliados en 2.934.738.
En un año (enero 2020-enero 2021) la comunidad suma 181.596 parados registrados más, una cifra maerante que no sólo tiene que ver con la destrucción de empleo sino porque ha af lorado mucho desempleo al ser obligatorio inscribirse en las listas de los servicios de empleo para acceder al Ingreso Mínimo Vital y otras prestaciones. De hecho, el el mismo plazo de un año la destrucción de empleo se cifra en 36.117, cuando se acercaba a las 200.000 en mayo. Cierta recuperación ha habido respecto al momento más duro de la pandemia.
Volviendo a enero, sólo crean empleo de forma significativa agricultura (+4.423) y sanidad y servicios sociales (2.233). Los más destructores de afiliados son la construcción (-5.905), con una caída del paro puramente estadística; y comercio y hostelería, con caídas en el entorno de las 5.000 personas, cifras bastante menores que las del año pasado al haber habido menos contratación temporal esta Navidad.
Enero de 2020 fue mucho peor por esta circunstancia y porque la agricultura se comportó mucho entonces y ahora se comporta mejor. Eso se refleja en la evolución anual de las provincias: ya hay dos, Almería y Jaén, que generan empleo en un año, mientras que Málaga, por ejemplo, aún pierde más de 20.000.
En España, enero se salda con 218.953 cotizantes menos de media –un dato mucho peor que el andaluz– y 76.216 parados más –también algo peor que en el sur– hasta rozar los cuatro millones de desempleados, cifras que no se veían desde 2016. En la comparativa interanual, frente a enero del año pasado, el desempleo se eleva en 710.500 desempleados. Y eso en un mercado que sigue amortiguado por el efecto de los ERTE, donde a cierre de enero estaban 738.969 personas, 35.625 más que a final de diciembre. También crecieron los autónomos que cobran prestación.