La mujer rescatada de un contenedor se metió tras ofrecerle dos jóvenes 2 euros
La víctima, que asegura tener un 65% de discapacidad psíquica, manifestó que la retaron a recuperar unas llaves
Dos euros. Esa fue la cantidad que dos jóvenes ofrecieron, supuestamente, en Marbella a una mujer para que se introdujera de forma voluntaria en un contenedor soterrado de unos tres metros de altura y recuperara unas llaves que, al parecer, se les había caído. La versión la proporcionó la víctima, de unos 30 años, a la Policía y a los bomberos que tuvieron que acudir a rescatarla, en una peligrosa actuación dado el riesgo que corría a quedarse atrapada mientras la extraían. Según su testimonio, tiene una discapacidad psíquica del 65% y, en palabras de fuentes cercanas al caso, también problemas con el consumo de estupefacientes.
Los hechos ocurrieron este pasado domingo minutos antes de la medianoche. Fue una unidad de la Policía Local de la localidad malagueña que realizaba labores de vigilancia la que encontró por el término municipal de San Pedro Alcántara a dos jóvenes de 18 y 20 años que incumplían el toque de queda, establecido a las 22:00 por el Gobierno andaluz para frenar la propagación de contagios por coronavirus. Uno de ellos echó a correr. Los agentes, según el relato aportado por fuentes municipales, acabaron identificando a ambos individuos, a los que sancionó por incumplimiento de las medidas preventivas impuestas debido a la crisis sanitaria de la Covid-19. Pero los gritos de socorro alertaban de que algo aún más grave estaba pasando. Los policías descubrieron que una mujer se encontraba en el interior de un
contenedor y que no podía salir por sus propios medios.
La mujer relató que había sido “engañada” y que dos personas le habían ofrecido 2 euros para que, a cambio, se metiera en el contenedor y sacara unas llaves. Las mismas fuentes señalaron que, puesto que la mujer accedió a la propuesta de forma voluntaria, los dos jóvenes no habían incurrido en ningún tipo
Relató a los agentes de la Policía Local de Marbella que había sido “engañada”
de delito que conllevara su detención, más allá de hacer caso omiso a la hora límite para permanecer en la vía pública. Ninguno de ellos es vecino de Marbella. Uno, nacido en Marruecos, reside en la localidad malagueña de Mijas, mientras que el otro vive en Benahavís.