“Tenemos que trabajar siempre con el botón del pánico cerca”
● El responsable del hospital confiesa que 31 años en una UCI pediátrica “no te forma en gestión pero te curte y te ayuda a saber afrontar una situación como ésta”
No parece muy amigo del protagonismo. Sebastián Quintero, Chano para casi todo el mundo, acaba de recibir una distinción de manos de la ONCE por su gestión al frente de uno de los principales hospitales de Andalucía y se le nota algo incómodo. La Organización Nacional de Ciegos Españoles ha tenido la deferencia de plasmar la imagen del hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz en su cupón del próximo jueves, 11 de febrero.
Pero algo delató su discreción ante el restringido auditorio que pudo acudir al acto. La distinción y el homenaje le quemaban en sus manos y no hacía más que hablar de su plantilla, de los trabajadores sanitarios que doblan los turnos y que no ven el momento para abandonar sus puestos. Y otro detalle: el homenaje es para el Puerta del Mar pero no pudo evitar acordarse de sus compañeros del hospital de San Carlos. Estos, al igual que otros muchos sanitarios de la provincia, andan llenando su mochila de duras historias médicas desde que comenzó la pandemia del coronavirus.
–Díganos cuál es su antídoto para poder sonreír en un homenaje como éste sabiendo que en media hora deberá estar de nuevo al frente de un hospital en el que no se están viviendo precisamente buenos momentos.
–Se sonríe (o al menos eso parece porque no se desprende en ningún momento de su mascarilla). Pues, fácil, 31 años en una UCI pediátrica dan para mucho. Eso te entrena. Eso te curte. 31 años en unos cuidados intensivos de Pediatría no te forman en gestión pero te forman en saber afrontar esto.
–¿Durante cuántas horas logra conciliar el sueño?
–Depende mucho de los días y depende de cómo hayamos terminado y depende de lo que tengamos que hacer al día siguiente por la mañana. El agotamiento hace ya mella.
–¿Y cómo está el estado de ánimo del hospital, en general?
–Ahora mismo el estado de ánimo es alto porque estamos en un momento de subidón. El estrés no permite al profesional venirse abajo. A mí lo que me da miedo es que venga una nueva ola cuando esto acabe, porque los profesionales sanitarios están ya saturados y fatigados, todos están dando muchísimo. Se están volcando. Es como cuando tú estás corriendo y no te cansas, pero cuando te paras te duele todo. Eso es lo que más me quita ahora mismo el sueño. Ahora mismo la disponibilidad, la dedicación es total. No hay horas de trabajo. Se doblan turnos. Se quedan ayudando si hay que ayudar, se refuerzan las unidades que hay que reforzar, tenemos personal que normalmente está en quirófano y ahora mismo está trabajando en cuidados intensivos. También están trabajando en Urgencias personas que normalmente desarrollan su labor en consultas y que se han trasladado a las plantas que hemos tenido que habilitar para el Covid.
Se hace un sobre esfuerzo con todos porque son igual de importantes los pacientes Covid que los no Covid. Hay que seguir trabajando contra el cáncer, hay que seguir operando, hay que seguir haciendo pruebas de todo tipo…
–¿Cree que es cierto que se pueda estar tardando más de la cuenta en valorar ciertos tipos de cáncer por culpa de los recursos que acapara la pandemia?
–No lo sé. No puedo hablar de lo que desconozco.
–¿Puede pesar en este sentido el miedo de la gente a acudir a un hospital?
–Cierto. Primero hay miedo a ir a un hospital. Hay miedo y queremos garantizar que los circuitos son totalmente independientes. Tenemos un circuito de Urgencias para respiratorios, otro para sospechas de Covid y otro para descartados. También tenemos tomas de temperatura en distintas zonas. Lo que sí es verdad es que no hemos dejado ni un momento de hacer las pruebas complementarias, ni de velar por el enfermo no Covid. Las consultas sí es verdad que las hemos bajado al final porque, entre otras cosas, hay un cierto miedo a asistir y porque también hemos tenido que disponer de esos profesionales para atender las plantas, pero procuramos estar en la actividad quirúrgica en la medida de nuestras posibilidades.
–Pero ya empieza a faltar espacio y personal, ¿no?
–Hemos llegado a un acuerdo con algunos hospitales privados para que nuestros profesionales operen allí y hagan seguimiento de esos pacientes. Las necesidades para atender a los pacientes no Covid siguen siendo las mismas y hay usuarios que necesitan una operación o que haya que hacerles ciertas pruebas. Entonces trasladamos a nuestros pacientes a esos centros privados, no sólo para que les operen sino para que les hagan seguimiento.
–¿Y se ha contado con hospitales del Grupo Pascual como el de San Rafael de Cádiz, con más de 200 camas libres?
–Dentro de los planes de contingencia que tenemos para cada hospital, y a nivel provincial, hay un supuesto en el que estamos trabajando la posibilidad de poder disponer de todas las camas hospitalarias libres que hay en toda la provincia, y San Rafael tiene camas libres.
–¿Y cuál es el problema?
–Los profesionales. No hay profesionales de la Enfermería. Cuando nos dicen que contratemos más… Estaríamos encantados de contratar más, y yo le digo al que me cuente eso, que me diga a quién contratar que lo llamo yo mismo, para contratarlo si hace falta. Cierto es que aún no estamos dentro de ese escenario aunque sí estamos trabajando en la posibilidad de usar esos recursos de Pascual si fuera necesario, con el handicap de que San Rafael tiene las instalaciones pero no dispone tampoco de personal, que es lo que más falta nos hace ahora mismo.
A día de hoy tenemos recursos suficientes, y ahora mismo no es necesario, lo que no significa que no estemos trabajando en esa posibilidad. Aquí no puedes empezar a trabajar en algo cuando te haga falta. Estamos obligados a tener cerca el botón del pánico por si acaso hace falta pulsarlo para que todo se active en un plazo lo más corto posible.
–¿Pero me confirma que han mantenido conversaciones con José Manuel Pascual?
–Sí, sí. Los equipos directivos estamos trabajando en ver qué hace falta y cómo lo haríamos y cuál es la imbricación administrativa legal, etcétera, por si hiciera falta.
–¿Se ha llegado a contemplar ya la posibilidad de convertir el Puerta del Mar en un hospital sólo Covid?
–No puede ser y por una razón muy sencilla. El hospital Puerta del Mar hace, como hospital de referencia que es, hace patologías que otros hospitales no hacen. Nosotros tenemos que hacer cirugía cardíaca, tenemos que hacer neurocirugía, cirugía pediátrica, cirugía vascular, tenemos que seguir haciendo cirugía plástica, cirugía maxilofacial, determinados tipos de cirugía oncológica... Y eso hay que hacerlo aquí porque es donde están los equipos y por la complejidad de las intervenciones y, a veces, tanto o más, por los cuidados pos quirúrgicos. El esfuerzo está en mantener el equilibrio de atender a todos los pacientes Covid y seguir atendiendo a los pacientes no Covid que se tienen que atender sin la menor demora.
Lo que me da miedo es que vienga una nueva ola. Los sanitarios de nuestros hospitales están ya saturados”
–¿Están ya más o menos controlados los contagios entre el personal sanitario?
–Toco madera. Creo que llamativamente es más bajo porque ya nos coge entrenados. Se están haciendo test continuos, y, por ejemplo, se ha hecho hace poco un cribado, un muestreo, en la UCI y sólo una persona estaba contagiada de entre todos los profesionales. También aprendimos a utilizar los equipos de protección, tenemos los equipos adecuados que nos hacen falta, y esos nos tranquiliza. Nuestros sanitarios tienen que trabajar con las máximas garantías de seguridad.