ERE de Holcim: Otro cementerio industrial
● La plantilla convierte el jardín de la fábrica en un cementerio para simbolizar su muerte
Una figura alegórica de un trabajador crucificado presidió la última movilización de la plantilla de Holcim, que ahora ha convertido el jardín de la fábrica en un cementerio lleno de cruces para simbolizar la muerte de otra industria en Jerez.
Las cruces representan a los 59 de los 83 trabajadores de la cementera sobre los que planea la sombra del ERE extintivo presentado por la compañía, eso de forma directa, pues los sindicatos elevan por encima de los 300 el número de afectados, contando con los empleos indirectos en empresas auxiliares que prestan servicio a la multionacional del cemento, si fructifica finalmnte la única medida que Holcim ha puesto hasta la fecha sobre la mesa.
Comité y dirección de empresa tienen hasta el próximo 5 de marzo de plazo para negociar un acuerdo dentro del periodo de consultas. De cerrarse sin avenencia, la representación de los trabajadores confirmó el pasado fin de semana que agotará la vía judicial en su lucha por frenar el expediente de regulación de empleo.
La decisión se anunció durante la asamblea extraordinaria celebrada a pie de fábrica para informar a la plantilla sobre la situación del proceso, que prosigue hoy y mañana miércoles con dos nuevas reuniones entre las partes en Sevilla.
En esta nueva remesa, el comité presentará otra batería de posibles alternativas para mantener la actividad y el empleo en la fábrica. Hasta ahora, la compañía se mantiene firme en el rechazo tanto a las propuestas presentadas tanto por la representación de los trabajadores como a las que, según informó la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, llevan trasladando desde hace más de un año distintos ayuntamientos de la zona.
Su idea es que la fábrica jerezana pueda adaptarse a la valorización energética de residuos, actividad que, según detalló la regidora jerezana en el encuentro que mantuvo con el comité, encaja dentro de la normativa europea y que podría beneficiarse de los fondos comunitarios para la recuperación post-covid. En caso contrario, también plantean la opción de que Holcim alquile sus instalaciones a empresas del ramo para la eliminación de estos residuos.
La compañía, sin embargo, se muestra reacia a cambiar sus planes, que pasan por el abandono de la producción de clinker con el cierre del horno de la fábrica, que se transformaría en estación de molienda.
La reducción de la actividad con la pérdida de la principal línea de negocio de la cementera implicaría
La empresa mantiene el ERE a falta de una semana para que expire el plazo de negociación
el despido de más del 70% de la plantilla. La empresa alega causas productivas y organizativas, que no económicas, para justificar el ERE extintivo, que según el comité de empresa, se basa en previsiones sobre la evolución futura del mercado de cemento.
El Ayuntamiento de Jerez y la representación de los trabajadores comparten que “no hay motivos que justifiquen el cierre”, por lo que seguirán presionando a la multinacional para encontrar soluciones alternativas que eviten una nueva muerte de una industria en la ciudad.