La Cámara impide a los diputados no adscritos que funcionen como grupo
El Parlamento cree que sería “legitimar” la entrada de fuerzas que no lograron representación Seguridad controló el paso a las dependencias, que ayer ya no tenían la bandera de Falange
Teresa Rodríguez Diputada no adscrita
No vamos a quitar ninguna bandera y si nos quitan alguna, volveremos a ponerla”
Susana Díaz Líder del PSOE
No vamos a tolerar que los símbolos falangistas campen con desahogo por las instituciones”
Las dependencias de los diputados no adscritos en el Parlamento tuvieron toda la jornada de ayer a un trabajador de los servicios de seguridad de la Cámara apostado en la puerta. El letrado mayor del Legislativo autonómico lo comunicó al coordinador de seguridad del antiguo Hospital de las Cinco Llagas por decisión de la Mesa. Estas dependencias se han convertido en objeto de polémica, ya que en ellas conviven los nueve diputados expulsados de Adelante Andalucía liderados por Teresa Rodríguez y la ex parlamentaria de Vox, que ahora milita en Falange Española. También son un símbolo de la gestión que está haciendo el órgano que rige la Cámara del hecho de tener 11 diputados no adscrito por primera vez. Estos parlamentarios tienen menos derechos que aquellos que forman parte de un grupo precisamente por esa condición. Por ese motivo, el Parlamento no les concede determinadas prerrogativas, lo que ha acabado provocando un conf licto.
La peculiaridad inicial de aquellos despachos, donde conviven los dos extremos del arco ideológico, pasó a convertirse en una disputa cuando se hizo pública la decoración que los diputados colocaron en los muros blancos de estas dependencias. Primero, Rodríguez y los suyos colgaron las banderas LGTBI, trans y del pueblo gitano, además de alguna pegatina con propaganda antifascista. Luego, Luz Belinda Rodríguez colocó la enseña roja y negra de Falange, con el yugo y las flechas. El PSOE se quejó por la presencia de la bandera falangista y presentó un escrito a la Mesa para reclamar su retirada. La solución pasó por reclamar a los diez diputados no adscritos que eliminen cualquier decoración. En un escrito realizado a petición del órgano que rige la Cámara, el letrado mayor explica que se trata de espacios comunes, por lo que no pueden colocar ningún símbolo ni cambiar su disposición.
“No podrían poner ni una bandera de Andalucía”, explican fuentes parlamentarias, que asimilan los espacios cedidos a los no adscritos a otros como la biblioteca o cualquier pasillo. En la pasada legislatura, cuando ya hubo una diputada no adscrita, ésta fue situada en la biblioteca, al igual que ocurrió con la expulsada de Vox hasta que la pandemia obligó a cerrar ese espacio. Estas mismas fuentes sugieren que en caso de que la polémica se mantenga, se contempla la posibilidad de dividir a los diez escaños en varios lugares de la Cámara.
En el trasfondo de esta polémica hay una voluntad del Parlamento de “no legitimar” como grupo a los diputados no adscritos. En el caso de Luz Belinda Rodríguez esto queda claro, pero los otros nueve parlamentarios proceden de un grupo existente y se comportan como tal. Tienen unidad de votación con las otras dos diputadas afines a Teresa Rodríguez que se mantienen en Adelante y, de hecho, en sus reuniones participan los 11 parlamentarios cercanos a la ex líder de Podemos. Entienden en la Presidencia de la Cámara que no se puede tratar como un grupo a los diputados no adscritos, sobre todo si se tiene en cuenta que han sido expulsados por transfuguismo. Y eso es justo de lo que se quejan Rodríguez y sus afines. El diputado Ignacio Molina denunció la “humillación” que supone el gesto de colocar un vigilante de seguridad y que se haya impedido el paso a cualquier persona que no sea uno de ellos o sus asesores registrados. También criticó que los hayan situado en los mismos espacios que a la ex diputada de Vox y fuentes cercanas al estos parlamentarios se quejan también de que hayan solicitado material de oficina de forma común y la Mesa les ha contestado que hagan peticiones individuales.
Respecto a la polémica de las banderas, su intención es mantenerlas y dejarán que sean los servicios de la Cámara quienes retiren las enseñas, aunque la de España y la de Falange fueron retiradas a última hora de la tarde de ayer. El escrito del letrado incluía un ultimatum que finalizaba ayer, pero los servicios de la Cámara no las habían retirado al cierre de esta edición para evitar la expectación mediática. Rodríguez, ante esta decisión, anunció que volverán a colocar las banderas “no porque sea muy importante para nosotros, sino por no permitir la equiparación” de los símbolos de Andalucía, trans, LGTB y del pueblo gitano con la bandera de Falange. El portavoz de Cs, Sergio Romero, se ha mostrado también en contra de esa equiparación, al igual que la diputada de Adelante Ana Naranjo.