Vox rompe con el Gobierno andaluz hasta que se implante el pin parental
● Educación asegura que se trata de un debate “semántico” y que el acuerdo firmado se está cumpliendo ● En San Telmo achacan la sobreactuación al ambiente preelectoral
Nuevo ultimátum de Vox al Gobierno andaluz a cambio del pin parental. El portavoz de la formación, Alejandro Hernández, anunció ayer al presidente, Juanma Moreno, que dejarán de apoyar en el Parlamento las iniciativas del Ejecutivo, así como las impulsadas por PP y Ciudadanos, hasta que no se implante la capacidad de veto de los padres en actividades educativas. Desde las pasada medianoche, según dijo Hernández, después de que, según su explicación, el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, dijese hace dos semanas que no tenía intención de poner en marcha el pin parental en Andalucía. Imbroda reaccionó así a un acuerdo firmado por él mismo con Alejandro Hernández que tiene distintas interpretaciones para el político de Ciudadanos y el de Vox.
En puridad, el documento firmado el pasado 10 de febrero, no habla del pin parental, sino que alude a la obligatoriedad de “impulsar” la implicación de las familias en la educación de sus hijos. No obstante, también habla del “derecho de los padres a decidir sobre la participación de sus hijos en actividades complementarias”. Estas actividades complementarias se realizan durante el horario escolar y forman parte de la programación que un centro elabora cada curso, sobre la que los padres pueden ya pueden opinar en su elaboración. Vox aspira a que la participación de los padres sea más activa, algo que, según explican desde la Consejería de Educación, no ocurrirá. El compromiso es aumentar la información a los padres para que matriculen a sus hijos en un centro y conozcan su proyecto educativo, pero no ir más allá. El propio Javier Imbroda habló de un “debate semántico” y mostró su confianza en los profesores de la enseñanza pública.
El debate está servido, aunque Juanma Moreno, en su respuesta al portavoz de Vox en la sesión de control del Parlamento, aludió a la
posibilidad de “autorizar” la participación de los alumnos en estas actividades. Esta posibilidad sí estaba en uno de los acuerdos presupuestarios firmados por el Gobierno con socios parlamentarios de Vox, partido que lleva varios meses
elevando el tono contra el Ejecutivo precisamente porque considera que se están incumpliendo estos pactos. Hernández insistió ayer en el “problema de confianza” que hay entre Vox y los partidos del Gobierno. “Nos han faltado al respeto”, reiteró en su segunda intervención.
Moreno, a pesar de su tono conciliador y su disposición a cumplir lo acordado, fue vehemente al recordar las ocasiones en las que la formación de derechas se ha puesto de acuerdo con la oposición de izquierdas en ciudades gobernadas por PP y Cs, como Córdoba y Granada. “A mí me han llamado mamarracho desde su cuenta de Twitter”, dijo el presidente de la Junta, quien recordó a Hernández que a Vox “le ha ido bien” siendo un partido “útil”. “Podemos malograr, si quiere, el cambio político”, insistió el presidente antes de asegurar que la ruptura de la mayoría que lo aupó a San Telmo beneficia “a estos señores”, mientras señalaba a la bancada socialista.
En el Gobierno andaluz restan importancia a esta nueva escenificación del descontento de sus socios y lo aluden al clima preelectoral que ya se deja notar en la comunidad. Los próximos comicios que se celebrarán en España son los andaluces. Se espera que se celebren cuando toca, a finales de 2022, pero no es descartable un adelanto técnico, de varios meses. “Puede que quede un año y medio o dos años complicados”, admiten desde San Telmo, en referencia a la posibilidad de que la amenaza de Vox se convierta en una costumbre y PP y Cs tengan problema para encontrar apoyos en el Parlamento.
En el Ejecutivo están convencidos de que el coste para Vox será alto si deciden romper la mayoría “del cambio”, ya que creen que a sus todavía socios les será complicado explicar a sus votantes una especie de alianza con la izquierda o que dejen caer decretos con medidas sociales en un momento de crisis. Otros miembros del Gobierno achacan el enfado a la incapacidad de Vox Andalucía para marcar perfil propio en un momento en el que la formación de Santiago Abascal está atizando a los populares por su acercamiento al PSOE en Madrid para alcanzar pactos de Estado en asuntos como el consejo de RTVE y el CGPJ.
Alejandro Hernández Portavoz de Vox
Hemos obrado con lealtad, les hemos dado confianza y nos han faltado al respeto”
En el Gobierno admiten la dificultad de la ruptura pero creen que perjudica más a Vox