Más eficientes, más sostenibles, más competitivos
Atlantic Copper se ha mantenido los últimos tres años como la fundición de cobre más eficiente del mundo
MÁS eficientes, más sostenibles y competitivos. Atlantic Copper, la primera empresa española productora de cobre refinado y la tercera en Europa por volumen de producción (275.000 toneladas de cobre en 2020), ha situado a Huelva en el mapa mundial de la eficiencia energética al destacarse –por tercer año consecutivo– por ser la fundición del mundo de menor consumo específico de energía total por unidad de materia prima procesada, según la evaluación comparativa realizada por la consultora Wood-MacKenzie entre otras 50 complejos industriales de los cinco continentes.
Y no ha sido sencillo, porque en un escenario tan tecnificado y complejo como el de las grandes instalaciones metalúrgicas y, sobre todo, por las grandes inversiones que desembolsan empresas asiáticas (Japón, China y Corea del Sur) o americanas (EE.UU.), que la de Huelva sea bandera de la eficiencia energética y sostenibilidad no es fruto de la casualidad y se debe a una mezcla perfecta de una rigurosa planificación estratégica, dosis de talento e innovación y una extraordinaria capacidad para anticiparse a los desafíos de este siglo XXI.
Uno de los principales puntales de este liderazgo tiene que ver con la puesta en marcha en 2011 del Sistema de Gestión Energética (SGE), certificado por AENOR según la norma internacional UNE-EN ISO 50001; y con el que la compañía se ha venido dotando de las herramientas necesarias para identificar las actividades que consumen más energía y aquellas que un 33 por ciento respecto a 2010. La innovación y el talento son, pues, puntales clave del éxito del SGE, ya que han permitido el desarrollo en los diez últimos años de una treintena de proyectos relacionados, precisamente, con la transición energética y la sostenibilidad. El más reciente, la construcción de una instalación para la recuperación de energía en la planta de ácido con el fin de atender el consumo final de la planta con energía eléctrica de autogeneración, una constante en los últimos años. “Aun así, queda un excedente de energía térmica recuperada que se destina a la producción de electricidad. En 2020 Atlantic Copper atendió al 17% de la energía eléctrica consumida con electricidad de autogeneración, y tenemos como objetivo incrementar este porcentaje hasta el 22% en 2021”, continuó Ortiz.
A todo esto, se une la firma de tres contratos de suministro externo de electricidad a largo plazo con Fortia, con los que se ha conseguido que en 2020 un 28,5% de la electricidad consumida en la planta provenga de fuentes renovables y cogeneración de alta eficiencia. “Estos contratos constituyen, de hecho, el primer paso para nuestra compañía en su estrategia de alcanzar un suministro de electricidad mayoritariamente renovable, toda vez que su compromiso con la economía circular y la alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son ya una realidad, y nuestro objetivo es que para el 2030 la suma de fuentes renovables y autogeneración alcance el 90%”, ha comentado Macarena Gutiérrez, directora general EconómicoFinanciera de la compañía. suponen una fuga energética y económica. Es, por así decirlo, la hoja de ruta que ha llevado a Atlantic Copper a esta posición preminente.
“El SGE nos viene proporcionando una visión global de la gestión energética en la fundición, incluyendo benchmarking, estudios teóricos y una revisión general del balance de materia y energía global de la instalación; mapa de flujos de energía, caracterizando las pérdidas en tres tipos: de transformación, de distribución y de proceso; así como una clasificación de las herramientas y tecnologías disponibles en el mercado”, ha subrayado Carlos Ortiz,
director general de Metalurgia de Atlantic Copper.
Hoy, diez años después de su implantación, el SGE ha impulsado la puesta en marcha de proyectos innovadores dirigidos, principalmente, a incrementar la recuperación y reutilización de energía del proceso metalúrgico. Y los resultados han sido extraordinarios al reducirse el consumo específico de energía total por unidad de materia prima procesada un 19% en 10 años (2010 a 2019) y un 36% en las dos últimas décadas. Esto ha supuesto, además, la reducción, entre otros, de los niveles de C02,
ANTICIPACIÓN Y LIDERAZGO
Esta posición de liderazgo es fruto de la anticipación. Una anticipación que ha quedado de manifiesto, precisamente, con la creación de una dirección general de Transición Energética y Sostenibilidad para alinearse con los grandes retos energéticos y de sostenibilidad que marcan tanto la UE como las distintas administraciones. Su titular es Esther Alonso y entre sus objetivos se encuentran identificar, proponer, promover y aprovechar todas las oportunidades derivadas de las políticas europeas y españolas relativas a la energía y a la lucha contra el cambio climático; y definir la hoja de ruta de la Compañía hacia una energía limpia y de coste competitivo, por ejemplo, desarrollando la transición de fuentes tradicionales a las renovables.