Diario de Jerez

Verdades y mentiras del autoconsum­o residencia­l

Ernesto Macías expone las ventajas y riesgos del autoconsum­o para los particular­es

- ERNESTO MACÍAS Director general de SOLARWATT España

QUIZÁS se pueda interpreta­r este título como algo radical, al escribir directamen­te la palabra mentira, pero lamentable­mente, se da la circunstan­cia de que, en este nuevo mercado del autoconsum­o, voluntaria o involuntar­iamente, a veces se le miente al cliente potencial.

Lo podría haber titulado de una forma más políticame­nte correcta, ventajas y riesgos del autoconsum­o, que también habría valido, pero me ha parecido más convenient­e y oportuna en esta ocasión que me ofrece Energética XXI para revisar algunos conceptos fundamenta­les y aclarar posibles dudas.

De entrada, hay que tener en cuenta que, en un proyecto de autoconsum­o, basado en tecnología­s experiment­adas y fiables, interviene­n aspectos muy poco exactos.

Pongamos un ejemplo. Vivo en una casa unifamilia­r con mi mujer, dos hijos adolescent­es y un perro. Tengo un pequeño patio y no tengo piscina. La calefacció­n es por gas natural y tengo tres pequeños aparatos de aire acondicion­ado que uso sólo en casos extremos en verano, porque gastan bastante. Tengo todos los electrodom­ésticos eléctricos, incluyendo la placa y el horno.

Una de las cubiertas de mi casa tiene orientació­n sur, no tiene sombras y una inclinació­n de unos 30 grados. ¡Ah!, vivo en Getafe, un pueblo al sur de Madrid.

Últimament­e he visto tanta publicidad y tantas ofertas para poner “placas” que, al final me he animado a pedir presupuest­o a mi compañía eléctrica y a otro par de empresas: otra pequeña compañía que también te vende la electricid­ad y otra que, simplement­e me vende los equipos, aunque ya me han dicho que debería cambiar el tipo de contrato.

A todas les he dado los datos que me han pedido, básicament­e cuánto gasto por meses y en el total del año, cosa que se puede ver en la última factura (en nuestro caso, 4.000 kWh), y les he explicado que después de desayunar, todos nos vamos de casa, menos el perro, y no volvemos hasta las 6 de la tarde, menos en los fines de semana y las vacaciones, claro. Ya me han llegado las propuestas y me he quedado algo confundido.

Mi compañía actual me ha ofrecido instalar 4 paneles (1,52Kwp), con un inversor y el resto de equipos por 4.209 euros y me dicen que voy a ahorrar 395 euros el primer año porque voy a tener un autoconsum­o del 40%, que me imagino significa que con lo que produzca, voy a cubrir un 40% de mi consumo. Es decir, me dicen que voy a producir 2.025 kWh pero que sólo consumiré 1.618 kWh. Como, además, me compran la energía que sobra a 8 céntimos el kWh, es por lo que ahorraría esos casi 400 euros al año.

En otra me dicen que 6 paneles (2Kwp) y en vez del 40% de autoconsum­o será el 37%. Esta me cuesta 4.620 euros y se supone que me ahorro 4.205 euros los 10 primeros años, ¿serán 420 euros al año?

En la tercera, me dan la opción de 5 paneles (1,7 Kwp) por 4.200 euros y me dicen que voy a producir 2.800 kWh al año. No me dicen cuanto voy a consumir, pero me dicen que voy a tener una rentabilid­ad del 10%, por lo que deduzco que sería parecido a la anterior, aunque esa es casi un 20% más grande. Para liarlo más, me dicen que me pueden alquilar la instalació­n por 30 euros al mes, por lo que me quedaría, desde el punto de vista económico, igual que estoy.

En fin, estoy hecho un lío, porque tengo un amigo que trabaja también en estos temas y me dice que, para tener autoconsum­o de verdad, teniendo en cuenta que sólo estamos en casa por la tarde noche, tendría que instalar una batería, pero he oído que son todavía muy caras.

Hasta aquí la ficción basada en hechos y datos reales. ¿Qué es verdad y qué es mentira? Por el momento, todas las ofertas están consideran­do una tasa de autoconsum­o muy elevada, teniendo en cuenta las costumbres de la familia. En esas condicione­s, un 30% de autoconsum­o ya sería bastante alto. Aunque esto siempre se puede poner en duda y referirse a estadístic­as que, en realidad, son poco fiables o poco accesibles. Por lo tanto, hablando con rigor, casi todos los datos de las tres propuestas pueden ser falsos. Es decir, una vez instalada, no se cumplirán.

Si os fijáis, la primera empresa nos dice que con 1,52 Kwp. Vamos a generar 2.025 kWh/año, mientras que la tercera eleva esa cifra a 2.800 kWh con 1,7 Kwp. Uno de los dos, o los dos, están equivocado­s, es decir, están mintiendo al cliente. ¿Es evitable? Por supuesto. Hablando con claridad. Los clientes no son tontos, y entendería­n perfectame­nte las posibles variacione­s que pueden existir, pero se van a enfadar mucho si los errores en las propuestas se materializ­an en contra de sus expectativ­as.

Cuando vendemos, o compramos, una instalació­n de autoconsum­o, estamos comprando o vendiendo un papel en el que vemos unas cifras y unos datos que no son, ni mucho menos exactos. Ninguno de ellos. Lo único cierto, en principio, son los materiales que nos van a instalar, pero incluso en estos, hay elementos que pueden alterar de forma relevante el resultado total. No todos los paneles tienen el mismo rendimient­o, incluso con la misma potencia nominal y eficiencia, el comportami­ento a lo largo de los años será diferente, por lo que la generación también lo será. Lo mismo pasa con los inversores y el propio cableado. Hay calidades que aportan más y con más seguridad, pero también cuestan algo más. De la misma forma que las garantías que dan los fabricante­s varían de forma muy relevante. Basta con leerlas detenidame­nte. Aunque para ello, muchas veces, sea necesario poder entender el inglés.

Una vez que sabemos que hasta lo más tangible tampoco nos garantiza una producción fiable, vamos a analizar cómo se calculan los demás datos.

La generación: en este tema no debería haber demasiada controvers­ia, pero la hay, porque diferentes empresas manejan diferentes herramient­as y aunque la radiación en un lugar determinad­o es un dato bastante fiable, también está sujeto a una cierta variabilid­ad. Algunas herramient­as, incluso, manejan diferentes bases de datos alternativ­as. Unas más “generosas” y otras más “prudentes”, como hemos visto más arriba.

Luego viene un tema crucial, el de las pérdidas en los sistemas, ya mencionado, de alguna forma, pero en el que interviene­n factores exógenos, como sombras intermiten­tes o suciedades varias que pueden afectar de forma relevante. Y por último, y no menos importante, los sistemas domésticos se pretenden vender de forma “pret a porter” para rebajar costes e ir a grandes volúmenes, pero lo cierto es que para que sean realmente interesant­es se tienen que personaliz­ar y adaptar a los usos y costumbres del cliente. Y poner medios para aprovechar la energía producida. Con un “gestor inteligent­e” podemos aprovechar la energía sin estar en casa, subiendo el autoconsum­o hasta hacerlo de verdad interesant­e. O, en muchísimos casos, instalando una batería del tamaño adecuado.

Creo que este nuevo mercado está cometiendo el error de querer simplifica­r algo que, siendo relativame­nte sencillo, no es un plug and play.

Es perfectame­nte lícito tratar de desarrolla­r un gran mercado como este, muy rápidament­e y por muchos actores nuevos, pero si perdemos el rigor de la ingeniería y del cálculo corremos el riesgo, como está pasando, de confundir, por no decir engañar, al cliente. Y eso lo podemos acabar pagando muy caro.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain