Diario de Jerez

La vacunación va ganando en ritmo

● Comienza en Cádiz y San Fernando la vacunación de las personas menores de 80 años ● En La Isla también recibe su primera dosis la población de entre 55 y 65

- V.L./P.H.M./A.R. CÁDIZ/S. FERNANDO

La cola empezó a crecer en pocos minutos en el Palacio de Congresos de Cádiz, donde comenzó ayer, a las diez de la mañana, la vacunación contra la covid de la población menor de 80 años. En concreto, en esta primera jornada, fueron convocadas personas de 77, 78 y 79 años para la vacunación. “Más de 300 tienen que pasar a lo largo de la mañana”, comentaba un miembro de Protección Civil, que señalaba que muchos habían llegado “mucho antes de la hora a la que han sido convocados”.

Y es que las ganas eran muchas para recibir la primera dosis de la esperada vacuna “y empezar a salir ya de esta”, comentaba Eduardo, muy contento con la llegada de este momento. A las 10.28 tenía cita y a las 10.30 ya entraba al esperado momento, por lo que iba en hora.

Un poco más atrás se encontraba Ana María, para la que este momento no suponía ningún temor. “Después de la caída que he tenido esto no me parece nada, solo tengo ganas de ponérmela ya”, comentaba con el brazo enyesado, mientras esperaba en la cola junto a su hija.

A medida que iba avanzando la mañana, se fueron acumulando minutos de retraso en la hora prevista de entrada para recibir la vacuna, lo que provocó el aumento de personas esperando en la puerta del Palacio de Congresos, también porque muchos habían acudido con demasiada antelación.

Carmen, de 79 años y recién operada de cadera, estuvo esperando media hora para entrar. Su hijo, que la acompañaba, se quejaba de que no se hubiese habilitado algún lugar donde poder sentarse las personas mayores o con problemas de movilidad mientras aguardaban la administra­ción de la vacuna.

Otras personas criticaban el cierto “descontrol” que había en la entrada principal del Palacio de Congresos. “Podían haber puesto vallas para que haya un orden y no se produzcan aglomeraci­ones en la puerta”, comentaba el hijo de una señora que esperaba a recibir su dosis. El familiar de otra que ya había sido vacunada destacaba también “la desorganiz­ación que hay en la entrada” y apostaba por la instalació­n de vallas o cintas “porque a la gente hay que dirigirla”, asimismo, echaba en falta asientos para las personas mayores que esperaban su turno.

Cuando empezó a apretar el calor, las personas se refugiaron en la zona donde había sombra, y voluntario­s de Protección Civil tuvieron que recordar la importanci­a de guardar la distancia de seguridad. En un momento dado, la Policía Local hizo acto de presencia para poner orden, ante la aglomeraci­ón de personas que había en la puerta del Palacio de Congresos, esperando para entrar a recibir la vacuna anticovid.

En la entrada, personal del SAS iba llamando a las personas citadas por hora y una vez dentro, tras comprobar sus datos, accedían a los tres puntos de vacunación que se han establecid­o. Después de esperar unos minutos para comprobar que no se producía ninguna reacción adversa, salían por una de las puertas traseras del Palacio de Congresos.

Paco, de 79 años, contaba que él había llegado a la hora a la que le habían citado y no había tenido que esperar para entrar. “Han estado muy atentos y se ha hecho todo de forma ordenada, dentro de lo que cabe”, comentaba al salir.

Todos los vacunados este lunes se fueron a sus casas con la cita para ponerse la segunda dosis dentro de 21 días: el 26 de abril “en el mismo sitio y a la misma hora”, manifestab­a Manuel.

SAN FERNANDO

Por su parte, en San Fernando, ayer comenzó a vacunarse a la población con edades comprendid­as entre los 55 y 65 años. Estas primeras vacunacion­es con AstraZenec­a comenzaron a primeras horas de la mañana en los tres centros de salud de la localidad.

Desde el pasado viernes se está citando por teléfono a este grupo de ciudadanos empezando por los nacidos en 1956, es decir con 64 y 65 años, que serán los primeros de este tramo de edad en ser vacunados. En el centro de salud Rodríguez Arias, uno de los tres de la localidad, se ha habilitado una zona especial para las vacunacion­es en la parte trasera del edificio para no afectar a su actividad habitual. En este centro, las vacunacion­es comenzaron a las 11.00 horas y se prolongaro­n hasta la tarde.

Los ciudadanos citados para inocularse la primera dosis de

AstraZenec­a acudieron con absoluta normalidad y sin ninguna duda. “No tengo miedo, es nuestra obligación y nuestra responsabi­lidad”, comentaba una de las primeras isleñas en recibir la vacuna en esta jornada.

“Yo no me pongo una vacuna desde la mili, hace ya más de 40 años. Pero es lo que toca”, afirmaba Juan, otro de los primeros de este grupo de edad que fue vacunado ayer en San Fernando.

Durante la jornada, también comenzaron las vacunacion­es en las dependenci­as de Tomás del Valle al grupo de ciudadanos menores de 80 (entre 78 y 79 años), que recibían la primera dosis de Moderna.

Este céntrico punto, que ya se había estado utilizando para las vacunacion­es, ha vuelto a ser más conflictiv­o dada la aglomeraci­ón de personas que se produjo en el exterior. La Policía Local procedió a cortar el tráfico rodado en la calle dada la afluencia de ciudadanos que acudían a vacunarse y que tenían que esperar fuera unos minutos para ver si la dosis le daba reacción.

Estas tandas de vacunacion­es se emprenden una vez que se ha terminado de vacunar al grupo de mayores de 80. De hecho, la semana pasada se lanzó un llamamient­o para que, en el caso de que no hubieran sido citados, se pusieran en contacto con su centro de salud para poder ser vacunados.

También, según Salud, se está concluyend­o la vacunación de los profesiona­les pertenecie­ntes a los grupos esenciales de Educación y Cuerpos de Seguridad, penitencia­rías y Protección Civil, entre otros.

 ?? JESÚS MARÍN ?? Un agente de la Policía Local de Cádiz poniendo orden en la puerta del Palacio de Congresos para evitar la aglomeraci­ón de personas.
JESÚS MARÍN Un agente de la Policía Local de Cádiz poniendo orden en la puerta del Palacio de Congresos para evitar la aglomeraci­ón de personas.

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