Netanyahu recibe la difícil tarea de formar Gobierno en Israel
El presidente encomienda la labor al líder del partido más votado pero con pocas expectativas de éxito
El presidente del Estado de Israel, Reuven Rivlin, encargó ayer formar Gobierno al primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu, si bien se mostró bastante pesimista al respecto pues no cree que “ningún candidato tenga posibilidades reales” de hacerlo y romper el bloqueo producto de las elecciones del pasado día 23.
En una declaración institucional tras hacerle el encargo a Netanyahu (cuyo partido, el derechista Likud, fue el más votado en los comicios), Rivlin manifestó que esa decisión “no fue fácil ni ética ni moralmente”, dado el juicio por corrupción que afronta actualmente el jefe del Ejecutivo.
Netanyahu dispone de 28 días –más 14 adicionales que puede solicitar– para recabar el apoyo de al menos 61 de los 120 diputados que forman el Parlamento (Kneset), que quedó constituido ayer.
De hecho, en las consultas previas que Rivlin mantuvo con los dirigentes de los partidos con representación parlamentaria (13 en esta nueva Kneset), pudo constatar que Netanyahu sólo tiene el apoyo de 52 legisladores, una cifra insuficiente para formar Gobierno, pero superior a la que recibió Yair Lapid, líder del partido centrista Yesh Atid, que consiguió 45.
Los diputados prestaron ayer juramento en una Kneset totalmente dividida entre el bloque pro Netanyahu, que integran el propio Likud, los partidos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá y los ultraderechistas del Partido Religioso Sionista, y el bloque anti Netanyahu, del que forman parte Yesh Atid, el Partido Laborista, el izquierdista Meretz, el centrista Azul y Blanco, el derechista Nueva Esperanza, el ultranacionalista Israel es Nuestra Casa y los árabes de la Lista Conjunta.
Otros 11 diputados no se decantaron por ninguno de los bloques pero el líder del ultranacionalista Yamina, Naftali Benet, aseguró ayer que luchará por constituir un Gobierno “estable de derechas”.