Los ecologistas ven “insólito” que no hubiera vigilancia permanente
Miembros de Agaden-Ecologistas en Acción fueron los que alertaron de la matanza de al menos cuatro ejemplares en la Estación de Referencia del Corzo Andaluz de la Junta en Alcalá de los Gazules. Nada más conocer los hechos los conservacionistas dirigieron un escrito a la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible en el que solicitan el censo que existía antes del suceso, que se informe del número exacto de ejemplares muertos, así como de las hembras robadas, y si eran juveniles o adultas. También han pedido información sobre si se encontraban todos identificados.
Los ecologistas consideran
“insólito que unas instalaciones de este tipo no cuenten con vigilancia permanente, hecho que parecían conocer los asaltantes”, y esperan que el Seprona de la Guardia Civil consiga dar con sus autores.
Esta estación coordina los trabajos de conservación, cría y repoblación del corzo andaluz o morisco, (Capreolus capreolus garganta), un ecotipo de elevado interés en el ecosistema mediterráneo y una pieza de caza valiosa y singular. Los excedentes son periódicamente destinados a la repoblación de núcleos reintroducidos en la Sierra de Huétor (Granada) y Sierra de Tejeda-Almijara (Málaga) dentro del Programa de Gestión y Reintroducción del Corzo en Andalucía. después de anestesiarlo. Luego se encontraron más rastros de sangre en otra zona. Pero es el 19 de abril cuando los técnicos confirman que faltan otros tres ejemplares (dos hembras preñadas y un macho adulto). Los corzos son muy esquivos, por lo que hicieron falta cámaras de fototrampeo.
La responsable de la estación informó de estos hechos al Cuerpo de Agentes de Medio Ambiente y los denunció en el puesto de la Guardia Civil de Alcalá de Los Gazules el miércoles 7 de abril. Como medidas de prevención se han instalado un pastor eléctrico en el cercado perimetral y cámaras de fototrampeo en las zonas más sensibles, aseguró la misma fuente. También está previsto hacer un vuelo con un dron con cámaras térmicas para asegurar la presencia de los ocho supervivientes.