La Fiesta Nacional lleva el camino del 2020
A la vista de que no se sabe cómo utilizar las plazas de primera y ya hemos visto pasar Valencia más recientemente, Sevilla y Madrid ya huelen a suspensión. De momento se han utilizado plazas de tercera y se han cumplido las normas del aforo pero cuando llegamos a las de primera esto se complica cuando se trata de ocho o diez festejos donde hay que hacer muchos números para ver si es rentable. Una plaza como la Real Maestranza de Caballería, cuyo aforo es de unas once mil localidades, que le permitan algo más de mil es una ruina entre gastos plaza, ganado, toreros e impuestos oficiales. Es una ruina y si se trata de una serie de festejos, más ruina. Por eso a ver quién es el valiente que acomete una empresa de tal envergadura. Otro asunto son las disposiciones de cada comunidad o de cada alcaldía. Mientras en Sanlúcar de Barrameda, de seis mil de aforo permitan mil doscientos espectadores y se echen adelante, en Sevilla de once mil permitan algo más de esos mil doscientos, no lo veo lógico y más cuando hay que abrir la plaza ocho tardes seguidas. Nos conformaremos con ver un festejo de vez en cuando e incluso con solo dos matadores y ver al abuelo Ponce con su ambición desmedida quitando puestos a toreros que quieren abrirse camino cuando él está de vuelta de todo y todavía no se ha saciado. Juan Cervero Leyva (Jerez)