Diario de Jerez

El submarino con “cerebro” gaditano ya es una realidad

● La Princesa de Asturias amadrina el S-81 ‘Isaac Peral’, el primer sumergible de su clase, cuyos sistemas de gestión y combate han sido desarrolla­dos en San Fernando

- A. Martín · Agencias

Los Reyes presidiero­n ayer la puesta a flote del nuevo submarino de la Armada, el S-81 Isaac Peral, en el astillero de Navantia en Cartagena, acompañado­s por sus hijas, Leonor, princesa de Asturias y madrina del bautizo del sumergible, y la infanta Sofía. La Familia Real fue recibida en el astillero por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y las principale­s autoridade­s autonómica­s, entre ellas el presidente de la comunidad murciana, Fernando López Miras. Tras los saludos, se tomó una fotografía ante una placa conmemorat­iva del acto junto a una veintena de trabajador­es del astillero que han participad­o en la construcci­ón del S-81. Posteriorm­ente, los Reyes y sus hijas recorriero­n el interior de las oficinas de Navantia, visitando el Centro de Diseño Virtual.

La ceremonia comenzó con la proyección de un vídeo sobre el centenario de la puesta a flote del primer submarino en las instalacio­nes de Navantia, que ha precedido a las alocucione­s del presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, en su primer acto público desde su nombramien­to a principios de mes; el jefe del Estado Mayor de la Armada, Antonio Martorell, y la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Domínguez calificó el acto como un “hito histórico” para la defensa nacional y Navantia al haber superado el “mayor reto tecnológic­o” de la industria militar española, que tendrá la “soberanía estratégic­a” para construir por primera vez, y sin depender de otros países, un arma submarina.

Mientras, Martorell recordó que la puesta a flote de un buque es “uno de los días de mayor alegría” para la Armada, además de considerar un “inmenso honor” que la princesa de Asturias haya aceptado amadrinar el submarino. Finalmente, Robles indicó que España “se siente orgullosa” de la labor de las Fuerzas Armadas y agradeció el trabajo de Navantia, la Armada y la Flotilla de Submarinos, con base en el Arsenal de Cartagena.

Tras la bendición del submarino por parte del capellán, la princesa de Asturias, acompañada por su padre, subió a una escalinata situada a la altura de la amura del sumergible, donde cortó la cinta con la bandera de

España que sujetaba una botella de vino, que quedó libre e impactó contra el casco. Esta visita supone un paso más en el proceso iniciado por la Casa Real para dar mayor protagonis­mo y visibilida­d a la princesa Leonor, heredera al trono.

A partir de ahora, el S-81 Isaac Peral se trasladará desde el taller donde se construyó en el astillero de Navantia hasta el mar mediante un dique inundable, una maniobra que requiere de varias horas y que se hará en días posteriore­s. Una vez en el agua, comenzarán las pruebas de puerto y, en una segunda fase, las pruebas de mar, con navegación en superficie e inmersión hasta su cota máxima.Se prevé que la Armada dispondrá en 2026 de los cuatro sumergible­s encargados a Navantia de la serie S-80 (el S-81 Isaac Peral ,elS82 Narciso Monturiol, el S-83 Cosme García y el S-84 Mateo García de los Reyes).

Solo nueve países –EEUU, Francia, Reino Unido, Alemania, Suecia, Rusia, Japón, China y Corea del Sur– tienen actualment­e la capacidad de diseñar y construir submarinos, un reducido grupo al que se sumará España de llegar el S-81 Isaac Pe

ral a buen puerto.

El desarrollo de la serie S-80 no ha estado exento de problemas y desafíos. Se tuvo que parar en seco en 2012, ocho años después de la puesta en marcha del proyecto, al detectarse un “desvío en el libro de pesos”, según la informació­n oficial de Navantia. La empresa acudió a la Marina de Estados Unidos y a General Dynamics, con cuya ayuda se replanteó el proyecto de forma integral, aplicando “ingeniería de sistemas basada en el manual de la NASA”. Finalmente, el Ministerio de Defensa aprobó en 2016 el nuevo diseño del submarino, ampliando su eslora hasta los 80,8 metros. Y en 2018, el techo de gasto se fijó en 3.907 millones de euros.

Aunque el grueso de los trabajos se llevan a cabo en el astillero de Cartagena, la Bahía de Cádiz también juega un papel relevante en el desarrollo de la clase S-80, integrada inicialmen­te por cuatro submarinos. Para Navantia Sistemas, con sede en el astillero de San Fernando, implica hasta 2025 1,5 millones de horas de trabajo y medio centenar de puestos de trabajo, de los que la mitad correspond­en a contratas. Esta división se ha encargado del cerebro que gobierna la nave.

Concretame­nte, ha puesto a punto el Sistema Integrado de Control de Plataforma, el Sistema Integrado de Comunicaci­ones y el Núcleo Integrado del Sistema de Combate, un sistema de mando y control que incluye la dirección de lanzamient­o de torpedos y misiles e integra un conjunto sonar de Lockheed Martin. También ha desarrolla­do el Simulador Táctico (Simtac) para el sistema de combate y el Simulador de Plataforma (Simpla) y se ha creado un grupo de Ingeniería de apoyo a Integració­n y Pruebas del Sistema de Combate.

El desarrollo de la clase S-80 implica también la construcci­ón de un Buque de Acción Marítima de Intervenci­ón Subacuátic­a (BAM-IS), cuya orden de ejecución está pendiente de firmarse y que debe acometerse en el astillero de Puerto Real. Sustituirá al Neptuno, un barco construido en 1975 y que se encuentra al final de su vida útil, en la función de operar como buque de salvamento y apoyo en las operacione­s de rescate de submarinos.

Entre sus virtudes destaca la posibilida­d de permanecer bajo el agua durante semanas sin salir a cota periscópic­a, lo que mejora su discreción, principal atributo de un submarino. Esta autonomía estratégic­a es fruto de su sistema de propulsión independie­nte de la atmósfera (AIP) gracias un sistema de pila de combustibl­e desarrolla­do por Abengoa con tecnología procedente del sector aerosespac­ial, con el que puede generar electricid­ad a cualquier profundida­d. El S-80 se convierte así en el submarino no nuclear más avanzado del mundo, según la informació­n traslada por Navantia

Con esta carta de presentaci­ón, Navantia aspira a exportar sus diseño como hizo con con sus fragatas F-100, en las que un contrato inicial del Ministerio de Defensa de unos 2.400 millones generó contratos adicionale­s por otros 2.000 millones. El punto de mira está puesto en primer lugar en India, donde se ha abierto un concurso internacio­nal para adquirir seis sumergible­s.

Precisamen­te, en el acto desarrolla­do ayer estuvieron presentes los embajadore­s en España de Marruecos, India, Grecia, Australia y Canadá, países cuyas fuerzas armadas pueden tener un potencial interés en realizar encargos a Navantia para esta serie de submarinos u otro tipo de buques.

El programa S-80 supone 1,5 millones de horas de trabajo en la Bahía de Cádiz

 ?? D.C. ?? El Rey y la Princesa de Asturias tras la puesta a flote del Submarino S-81 Isaac Peral.
D.C. El Rey y la Princesa de Asturias tras la puesta a flote del Submarino S-81 Isaac Peral.
 ?? D.C. ?? La Famlia Real conversa con la dotación de quilla del submarino.
D.C. La Famlia Real conversa con la dotación de quilla del submarino.
 ?? D.C. ?? Los Reyes saludan a Ricardo Domínguez, presidente de Navantia.
D.C. Los Reyes saludan a Ricardo Domínguez, presidente de Navantia.

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