Para el padre del submarino
Florencio Montojo y Trillo. Muy destacado, por su elocuencia, fue el brindis realizado por el capellán mayor de la Armada, Mariano Medina. Isaac Peral contestó emocionado a todos, agradeciendo el apoyo recibido del Gobierno y de las autoridades del Departamento de guerra que podría devolver a España el imperio perdido a comienzos del siglo y conservar Cuba y Filipinas ante la avaricia de los Estados Unidos y otras potencias europeas. A partir de ese día comenzó a subir la expectación en torno al invento.
Diario de Cádiz publicaba el 20 de abril de 1887 las primeras informaciones sobre un joven marino español, el teniente de navío don Isaac Peral, profesor de la Academia de Aplicación establecida en San Fernando, que había construido un nuevo torpedero submarino que, según el parecer de personas expertas, era la última palabra en el arte naval militar. Pocos días después se anunciaba en nuestro diario que el ministro de Marina acogía favorablemente la idea de Peral y que el Arsenal de la Carraca recibiría órdenes para construir el nuevo invento de la Marina española. La Reina Regente, María Cristina, apoyó decididamente el proyecto.
Por vez primera en su historia, este periódico lanzó una edición especial con motivo de las pruebas de lo que se denominaba 'torpedero submarino'. Con todo lujo de