La Policía pone el foco en la fabricación de armas con impresoras 3D
La detención en Tenerife del responsable del primer taller clandestino de este tipo dispara las alarmas
No ha revelado sus intenciones, pero la Policía tiene claro que el primer detenido en España con armas fabricadas con impresoras 3D no reúne el perfil de un mero coleccionista. Los investigadores sospechan que estas pistolas caseras pero eficaces para dos o tres usos pueden ser una opción atractiva para los lobos solitarios.
Hace una semana la Dirección General de la Policía hacía pública la detención en septiembre en Santa Cruz de Tenerife de un hombre como responsable del primer taller clandestino de fabricación de armas con impresoras de tres dimensiones. A ellas llegaron los agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional tras más de un año de pesquisas junto con funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria.
Un hallazgo muy relevante, destacan a Efe fuentes del grupo de lucha contra el tráfico ilícito de armas, pues el uso de las nuevas tecnologías para la comisión de delitos es una de las amenazas a la seguridad que más preocupa en todo el mundo.
En el caso de las armas la inquietud es creciente porque el empleo de estas impresoras, consideradas un bien legal y que apenas rondan los 300 euros, puede hacer proliferar el mercado negro de armas, donde su seguimiento es complejo pues las armas 3D no cuentan con número de serie.
Son fáciles de transportar y, al ser de plástico, también resulta sencillo que su portador eluda los arcos de detección de metales. Por eso, a las fuerzas de seguridad les preocupa que estos artilugios acaben en manos de lobos solitarios que no necesitan infraestructura ni órdenes para perpetrar su acción.