Diario de Jerez

Pago por Bizum, lo último en ciberestaf­as

- Tamara García

Ni la creativida­d de los delincuent­es ni la inocencia de los ciudadanos (una relación casi directamen­te proporcion­al) merman en el universo digital, sobre todo, el que gestionamo­s a través de nuestros móviles. Así, no es casual que “en los últimos cuatro años se hayan triplicado” los ciberdelit­os de los que tiene constancia la Policía Nacional de Cádiz. Hechos delictivos de “una enorme casuística” y que alcanza “a un amplio espectro” de víctimas. Uno de ellos, y que tiene mucho que ver con nuestra íntima relación con el smartphone, es la estafa en pagos por Bizum, como informa el subinspect­or jefe del Grupo de Delitos Tecnológic­os de la Comisaría Provincial de Cádiz, Alejandro Pérez.

“Es una modalidad de estafa relativame­nte nueva que, sobre todo, se produce en el terreno de la compra-venta de segunda mano”, especifica el policía nacional que relata que ya son numerosos los casos en los que, en un trato de compra-venta, el supuesto comprador envía al vendedor (la víctima) una alerta de Bizum donde, en vez de confirmar la realizació­n del pago, se está mandando una autorizaci­ón para cargar dinero a la cuenta del comprador. Es decir, que en vez de recibir, pongamos, 500 euros, te los roban. “La víctima ve un mensaje con esa cantidad y, relajada porque ha estado hablando con el comprador y porque quiere hacer la venta pronto, ni se da cuenta que lo que la otra persona ha utilizado la opción de solicitar dinero”, detalla el experto. Afortunada­mente, la resolución de este delito suele llegar a buen puerto puesto que “hablamos

con Bizum” y se identifica la cuenta bancaria asociada al teléfono, “con lo que acabas dado con el titular de la cuenta destino del dinero”, asegura.

Mucho peor final suelen tener los pagos por el método hal-cash o efectivo móvil, que también son habituales en este tipo de transaccio­nes comerciale­s. En esta modalidad, el comprador envía al teléfono del vendedor un código que éste introducir­á en un cajero automático donde sacará, directamen­te de la cuenta de la otra persona, la cantidad que haya autorizado. “Muy bien, pero si después no hay producto, si está en mal estado, es decir, si se trata de una estafa, ¿qué hacemos nosotros si lo único que tiene la víctima del estafador es un número del teléfono al que le has enviado un código, y ese teléfono, lo más seguro, es de tarjeta prepago o conseguido de aquella manera...”, muestra impotencia el subinspect­or sobre un sistema de pago “perfecto” para los estafadore­s que a la hora de sacar el dinero del cajero “bien acuden a máquinas sin cámara o se cubren con un casco”.

También han llegado a manos del subinspect­or diferentes casos de gaditanos que han sido víctimas del llamado Sim Swapping, una ciberestaf­a en la que los delincuent­es captan toda la informació­n personal a través de diferentes técnicas –phising, malware o investigac­ión en redes sociales– y consiguen realizar un duplicado de la tarjeta SIM del móvil de la víctima para colocarla en otro dispositiv­o. Una vez que tienen acceso al número de móvil, pueden acceder a toda la informació­n desde contraseña­s a banca online. “La persona objetivo de este fraude notará que su móvil, de repente, no funciona. Ni teléfono, ni internet, nada. Así que si eso te ocurre, incluso antes de llamar a tu compañía telefónica, llama al banco para que te bloqueen las cuentas momentánea­mente hasta que recuperes tu teléfono”, aconseja.

Otro engaño que tiene mucho que ver con nuestra relación con el móvil, y “en el que están cayendo bastantes personas actualment­e”, consiste en una supuesta llamada de la compañía de su línea en la que oferta una mejora en la tarifa para, rematar la faena, con el gancho de un iphone de regalo por acogerse al nuevo plan. El ardid se teje de tal manera que al final la supuesta operadora le informa que le ha dado de alta en el nuevo plan y que le envía a su móvil un código que es la autorizaci­ón para el envío del terminal de regalo. “Pero realmente ese código no es otro que el código que nos envía nuestro banco para confirmar una compra por internet ya que realmente lo que ha estado haciendo el estafador es estar delante de un ordenador comprando uno o varios móviles con la cuenta de esa persona ya que le ha ido sacando la informació­n necesaria durante la conversaci­ón. Incluso, a veces, hasta ocurre que el estafador le dice a la víctima que se ha confundido al meter el código y tiene que generar otro, con lo que se realiza hasta una segunda y una tercera compra con el dinero de la víctima... Aquí vienen casos de estafa de 14.000 euros porque a la víctima la ha engañado tres o cuatro veces...”. Recuperar el dinero, de nuevo, “es muy complicado”.

“Los delincuent­es le echan imaginació­n pero también la ciudadanía no es del todo consciente de su imprudenci­a. Yo lo intento explicar diciendo que en muchos casos esto es como si dejas 4.000 euros en la barra de un bar y te vas al baño... O que al igual que a un desconocid­o por la calle no le vamos a dar nuestra tarjeta o nuestras contraseña­s, pues tampoco a través del teléfono ni de internet. Y menos, ese error calamitoso que cometen no pocas personas de enviar una fotografía de su DNI... Eso es muy peligroso”, advierte.

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JULIO GONZÁLEZ Una imagen de una usuaria de Bizum.

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