Y ganó Ayuso
Los comicios electorales de Madrid no iban conmigo, pues soy de Euskadi, o tal vez sí, no lo sé. El caso es que aguanté el tirón de verlos por la tele hasta que el escrutinio llegó hasta el 80%. “Ya está todo el pescado vendido”, pensé. Y después me fui a dormir. En la retina tenía los resultados y las apariciones televisivas que habían hecho los líderes políticos. Y, antes de comenzar a interpretar lo sucedido, Fiodor Dostoievski se me adelantó y lo hizo por mí, trayéndome a la memoria una frase que tengo subrayada de su libro ‘Crimen y Castigo’: “Tu peor pecado es que te has destruido y te has traicionado por nada”. Pues sí, Dostoievski –le contesté–, justamente eso es lo que iba a decir sobre lo acontecido. La culpa de la traición es el motivo por el que el partido Ciudadanos ha quedado hecho detritos. Por el que el PSOE ha perdido 13 escaños y se haya visto relegado a la tercera fuerza parlamentaria. Y Por el que Pablo Iglesias haya tenido que coger las de Villadiego. “La ambición es el último refugio del fracaso”, Pablo. Te lo dice Oscar Wilde. En cuanto a los ganadores, Más Madrid vendía a sus electores lo mismo que en los anteriores comicios y ha recibido el doble por su mercancía. Esto ratifica lo anteriormente dicho. Y en cuanto a Diaz Ayuso, lo único le puedo decir es: No has ganado por tu carisma, sino porque aciertas en tus decisiones. Felicidades, presidenta.