Mis dos amores

Nunca pensé que me pudiera ocurrir. Estaba tan enamorado de ella, la amaba tanto, que creí que en mi corazón no iba a haber más espacio para otra. Y me confundí.

Me he dado cuenta que tengo dos amores en mi vida. Y no es que mi corazón haya cedido espacio, sino que se ha agrandado para albergar a las dos.

A una le di el amor de mi infancia, de mi juventud, de mi madurez. Ella me dio su fragancia, su belleza, su fantasía… Conocí lo que era vivir, por ella. Sentí en ella lo que siente el adolescente en su primer beso de amor. Siempre la he tenido presente en mis pensamientos.

Pero por gracia divina, un día conocí al otro amor de mi vida. Sin quererlo y sin darme cuenta, fue esprimiéndome mi cariño hasta desbordar mis sentimientos más íntimos. Si aquella me arrebató mis primeros años de vida, esta me ha cautivado mi senectud y espero que también mi ancianidad. Su arte, su gracia, su empaque… me han hecho rejuvenecer a medida que, mediante su gallardía, me iba haciendo suya… totalmente suya.

Sí, se puede querer a las dos a la vez… Ya no podría vivir sin cualquiera de ellas… Son mis dos amores más grandes: mi Sevilla y mi Jerez.

Qué privilegio más grande/ Me ha otorgado mi Dios:/ Nacer en las dos ciudades/ En que he puesto el corazón./ Porque en Sevilla y en Jerez,/ Yo he nacido en las dos./En una nací a la vida/ Y en la otra… nací al amor. Luis Felipe Benítez Roldán (Jerez)