Caffé Imperiale relanza su negocio desde la nueva fábrica de Utrera
● La compañía completa la inversión de 4,1 millones en 2020 pese a la caída de la demanda en la hostelería por la pandemia
Caffé Imperiale ya tiene en plena producción su nueva fábrica de Utrera, en la que los propietarios de la compañía han invertido 4,1 millones de euros, una apuesta por la expansión del negocio que decidieron mantener y completar en 2020 pese a la irrupción de la pandemia y las graves consecuencias que para su negocio tuvo las restricciones impuestas para combatir el coronavirus.
La construcción de la nueva fábrica de Utrera, de 4.000 metros cuadrados, comenzó en enero de 2020, mientras se mantenía abierta la planta de producción anterior, ubicada en Alcalá de Guadaíra. “En el primer trimestre de 2020 íbamos lanzados, con un importante crecimiento de las ventas y con las obras de la fábrica en marcha, pero a mediados de marzo se declara el primer estado de alarma y todo se paralizó”, afirma José Antonio Rodríguez Abril, CEO y fundador de Caffé Imperiale. “En ese momento tuvimos que decidir si seguíamos adelante con la inversión o la aplazábamos”, agrega el propietario de la empresa familiar.
Rodríguez reconoce que 2020 fue “un año muy duro”, en el que la empresa estuvo “tres meses con facturación cero”, hasta que la hostelería pudo ir reabriendo los negocios. “La única actividad que hubo desde mediados de marzo a final de mayo fue la producción de cápsulas de café para donar a hospitales”, recuerda Rodríguez.
Caffé Imperiale había cerrado el ejercicio de 2019 con una facturación de la marca –que agrupa las ventas de los distribuidores propios o participados– en 2,7 millones de euros, lo que generó para la compañía un Ebitda de 700.000.
En 2020 el negocio de la marca cayó, tras cuatro meses cerrados, a 1,9 millones de euros, gracias a que el año se había iniciado bien. El Ebitda del ejercicio fue de 300.000 euros. Pese a la prueba vivida, Rodríguez asume la decisión de haber seguido adelante con la nueva fábrica, donde ya se concentra toda la producción. Y mantiene su apuesta de reinvertir el beneficio. Tras levantarse las restricciones para la hostelería, Caffé Imperiale espera un fuerte crecimiento para 2021, año en el que prevé que la marca llegue a 3,4 millones de cifra de negocio, con un objetivo de Ebitda de un millón de euros.
El levantamiento del estado de alarma y la entrada en funcionamiento de la nueva fábrica son claves para ello. La planta está totalmente automatizada pero mantiene la esencia de la fórmula de éxito de Caffé Imeperiale, tostar de forma artesanal cada variedad de café y mezclarlo posteriormente.
La planta es capaz de producir 6.000 kilos de café diarios y está a punto de poner en marcha una línea encapsuladora, lo que permitirá abordar la venta del formato tanto a la hostelería como en el canal de alimentación. La empresa tiene ya ha un cerrado acuerdos entre otros distribuidores con el andaluz Grupo MAS.
El negocio, que cayó a 1,9 millones en 2020 por el parón hostelero, subirá a 3,4 en 2021