Diario de Jerez

Una oreja para Morante en Vistalegre

- Paco Aguado

SEGUNDA TARDE DE FERIA DE SAN ISIDRO EN VISTALEGRE GANADERÍA: Cinco toros de Juan Pedro Domecq y un sobrero (5º) de Daniel Ruiz, sustituto de un titular devuelto por inválido. Corrida de impecable presentaci­ón, muy equilibrad­a de seriedad y buenas hechuras, y de buen y noble juego en su conjunto, salvo el rajado y parado sexto. El sobrero resultó áspero y desrazado

TOREROS: Enrique Ponce de carmín y oro: estocada trasera y tres descabello­s (silencio); media estocada trasera tendida (silencio) Morante de la Puebla de barquillo y oro con remates negros: estocada desprendid­a (oreja); dos pinchazos, media desprendid­a y descabello (leves pitos) Pablo Aguado de corinto y oro: pinchazo, estocada baja y dos descabella­s (ovación tras aviso); cuatro pinchazos y dos descabello­s (silencio) INCIDENCIA­S: Entre las cuadrillas destacaron en la brega Juan José Trujillo e Iván García. Este último también saludó en banderilla­s, igual de Abraham Neiro y Pascual Mellinas. Dos tercios cubiertos de un aforo de 6.000 localidade­s

La faena de regusto y torería añeja que Morante le hizo al segundo de la tarde, y premiada con la única oreja, resaltó sobre los destellos aislados de sus dos compañeros de cartel, en la segunda de San Isidro celebrada ayer en el Palacio Vistalegre de Madrid.

La actitud con que el veterano diestro sevillano encaró la lidia de ese toro tuvo el poso del toreo más clásico, con unas formas torerament­e muy “cultas” en las que ahonda desde hace tiempo, incluso en la manera de vestirse de luces, con trajes y montera de corte casi decimonóni­co.

Pero por encima de lo formal está el fondo de lo que Morante les hace a los toros, y en concreto a ese segundo de ayer, con el que, desde el recibo con unas entregadas verónicas hasta la hábil estocada final, todo estuvo marcado por la armonía, el temple y el buen gusto, además de esa profundida­d que añade a cada suerte el irse con el pecho tras las embestidas.

Sin llegar a exigir demasiado al de Juan Pedro Domecq, noble pero medido de raza, Morante se recreó en tres series de pases con la derecha muy ligadas, con sus respectivo­s adornos, y una de natural, sin llegar a hilarlos, pero todos de largo y acompasado recorrido.

Ese fue el momento más redondo de la corrida, pues el de la Puebla optó por machetear pronto, aunque tardó más en matarlo, al áspero y basto sobrero de Daniel Ruiz, trocando las palmas en pitos. Y porque ni Ponce ni Aguado terminaron de concretar ninguna de sus faenas, a pesar de algunos destellos notables.

Ponce los consiguió con el primero, y toro serio y de finas hechuras que adelantó ya la pauta de la excelente presentaci­ón que tuvo el sexteto de Domecq. Primero lo saludó decidido a la verónica y luego le cuajó un deslumbran­te inicio de faena, saliéndose con el animal hacia los medios con ritmo y auténtica categoría de maestro, primero con la rodilla flexionada y luego con trincheraz­os al paso.

Pero, lamentable­mente, ahí se quedó todo lo poco bueno que hizo el veterano diestro, pues, inexplicab­lemente ante la buena condición del toro, después lo pasó con ventajas ligereza desde la pala del pitón, en un trasteo precavido y periférico.

Y más de lo mismo le sucedió con el cuarto, éste un punto más bravo que el anterior, con el que Ponce volvió a ofrecer una preocupant­e sensación de incapacida­d hasta que, en un esfuerzo casi titánico, consiguió ligarle tres naturales con un mínimo de asiento y mando.

Los momentos más destacados de Aguado llegaron con el tercero, y fueron tanto unos buenos lances de salida como un posterior

y excelso quite a la verónica, en el que hubo una verónica clamorosa por el lado izquierdo, por la hondura, el temple y la absoluta entrega con que le interpretó.

Mientras el toro mantuvo un mínimo de bríos, el sevillano hizo gala también de su buen gusto muletero, solo que, con el enemigo a menos, tampoco llegó él a subir el tono de su corrección formal, sin que ya el rajado sexto le dejara siquiera desquitars­e.

Faena de gusto, temple y torería del torero de La Puebla, tanto en el fondo como en la forma

 ?? EFE ?? Morante de la Puebla doblándose con su primero, al que le cortó la oreja, en la segunda de feria de San Isidro en la plaza madrileña de Vistalegre.
EFE Morante de la Puebla doblándose con su primero, al que le cortó la oreja, en la segunda de feria de San Isidro en la plaza madrileña de Vistalegre.
 ?? EFE ?? Pablo Aguado durante su labor ayer en Vistalegre, donde sumó un balance de ovación tras un aviso y silencio.
EFE Pablo Aguado durante su labor ayer en Vistalegre, donde sumó un balance de ovación tras un aviso y silencio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain