Vecinos del Recreo de Luzelma están “hartos de la pringue” de las jacarandas
● Plantean la implantación de la zona naranja de la ORA para facilitar el aparcamiento
Vecinos de la urbanización Recreo de Luzelma denuncian la suciedad que provocan las jacarandas de las calles. Los residentes se quejan de que “hace al menos cuatro años que no se podan las ramas de estos árboles que dan al interior de los jardines de las viviendas”, y de la “poca frecuencia” con que se limpian algunos tramos concretos de calle.
“Cada año, desde hace al menos cuatro, los residentes de la urbanización Recreo de Luzelma que dan a la avenida Chema Rodríguez, deben llevar a cabo un ritual de al menos cuatro semanas de duración en el mes de mayo, en que deben barrer sus jardines y patios al menos un par de veces al día y baldearlos con agua para evitar que la pringue que sueltan los pulgones que impregnan las f lores de estos árboles terminen estropeando sus plantas, solería, mesas, sillas, toldos, sombrillas y otros elementos”, denuncian.
“En un contexto de sequía como el que actualmente padecemos, tiene guasa que debamos gastar agua, que pagamos de nuestro bolsillo, para tener que desperdiciarla en estos menesteres. Es un elemento escaso que debiéramos cuidar”, comentan los afectados.
“Pero la cosa no queda ahí. Como buena parte de la ciudadanía de Jerez sabe, estacionar un vehículo debajo de estos árboles justo en su periodo de f loración, supone tener que ir de inmediato a un lavadero para quitar la famosa pringue”, subraya el colectivo vecinal. “Es como si rociasen los coches durante un mes con spray de resina, que junto a las flores que caen y a la tierra que se levanta cada vez que hay viento, forma una especie de pasta que es una bomba de relojería para las carrocerías. Ya algún que otro vecino ha debido desplazarse hasta un taller para que le desatasquen esa especie de argamasa de los sumideros que desaguan el agua del parabrisas de los automóviles si no quiere que se le inunde el interior con las lluvias del invierno”, denuncian.
“Son árboles bonitos, bucólicos cuando están en f lor, pero la realidad es que es un desacierto ponerlos como especie ornamental en viales públicos. El lugar más indicado es en un parque o jardín, máxime teniendo en cuenta que sus raíces levantan gran parte de los acerados” ref lexionan.
“No estamos en contra de la arboleda como una generalidad, y mucho menos en un contexto de crisis climática que hace necesario disponer de masa arbórea en las ciudades, pero es fundamental pensar bien cuáles son las consecuencias que acarrean algunas de las especies que se plantan por las calles. Deberían sustituirse estas jacarandas en muchas de las avenidas de la ciudad por otra tipología de árbol menos problemática y sucia”, comenta Juan, otro de los afectados.
“Tal vez ha llegado la hora de pensar en implantar la zona naranja de la ORA en este entorno para facilitar la rotación vehicular en las zonas de estacionamiento” plantean algunos vecinos a modo de conclusión.