Denuncian la mala calidad del comedor escolar del Pablo Picasso
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En palabras de este grupo de padres, los menús “no cumplen con la adaptación y frecuencia de alimentos, ni con la variedad dentro del mismo grupo, no cumplen el empleo de recetas variadas ni el tamaño de las raciones”. Además, según explican las familias tampoco se ofrece “información nutricional del menú, tal y como exige el reglamento” y las medidas sanitarias “dejan mucho que desear”.
Un dato pone de manifiesto toda esta situación, y es que el comedor escolar del centro ha pasado de contar más de 60 comensales hace unos meses a contar únicamente con algo más de 20, una situación “que demuestra que algo está pasando y las familias se están dando cuenta, no quieren que sus hijos coman comida de esa calidad”, asegura Macarena Calvo.
Desde Aramark, por su parte, según se especifica en este mismo informe, se asegura que se cumple “rigurosamente con el Pliego de Prescripciones técnicas y el Plan Evacole”.
La empresa asegura que cumple rigurosamente con el pliego técnico y el Plan Evacole
Los padres y madres denuncian también que las inspecciones que se realizan a este tipo de servicios, tanto por Sanidad como por los miembros del citado programa Evacole, “son visitas avisadas en fecha y hora, con lo cual es difícil encontrar alguna anomalía”.
Pero la situación que se vive en el CEIP Pablo Picasso se extrapola a otros centros de la ciudad, si bien es cierto que a día de hoy no ha sido denunciado públicamente como sí ha ocurrido en Estella. Así, en los últimos meses ha habido también quejas en colegios como el Blas Infante o La Marquesa, donde algunos padres han comenzado a movilizarse en este mismo sentido.
Este ambiente se contrapone al que se vive en los denominados comedores de gestión propia, cuya aceptación en los centros donde continúan vigentes es muy alta.