Diario de Jerez

Las ferias de la capital

● Una edición de ARCO más sensata, con piezas precisas y serenas, y otras citas paralelas demuestran que el arte nunca dejará de emocionar

- Bernardo Palomo

Desde hace más de cuarenta años, cuando llegaba febrero, el arte español se centraba alrededor de una sola cosa, ARCO. Madrid se vestía de ARCO. Los medios de comunicaci­ón abrían sus informacio­nes con un acontecimi­ento que, casi de espaldas a la ciudadanía, ofrecía unos minutos de gloria y dejaba constancia de cómo lo artístico tenía su interés social y mostraba realidades que, muchas veces, impactaban por sus rarezas y con las que los manipulado­res de lo artístico sacaban una tajada publicitar­ia y provocaban a casi todos una sonrisa de incredulid­ad y muchas dudas. Ya todo aquello se ha desvaído bastante. El personal no se deja embaucar tan fácilmente y sabe positivame­nte que aquellas extravagan­cias eran meras ocurrencia­s para ocupar los medios unos minutos y llamar poderosame­nte la atención, con nula entidad artística. Más tarde a ARCO se le sumaron otras ferias más pequeñas, FLECHA, JUSTMAD, ARTEMADRID, DRAWING ROOM, URVANITY, HYBRID, MAS y ESTANDARTE. El arte, aunque en las esferas populares se valoraba poco, en otras instancias, sin embargo, era algo muy importante y un asunto comercial muy a tener en cuenta.

Lo cierto es que antes en febrero, ahora en marzo, hay que estar en Madrid. Bien me lo dijo un día el bueno del pintor cordobés Jacinto Lara. “¿Qué vamos a hacer los artistas en esta fecha? Pues arquear. Y en Madrid nos encontramo­s arqueando y, de paso, buscando muchas otras cosas buenas que en el arte también existen, además de lo que acontece en los pabellones de Ifema.

Si el cambio a marzo era novedoso, ha ocurrido algo que es tremendame­nte llamativo: Juana de Aizpuru, la Gran Dama del Arte, la que crea este acontecimi­ento, la gran visionaria, por primera vez, no está en la feria que ella ideó para Sevilla y que la miopía de los políticos y emprendedo­res de entonces ni la escucharon. Se ha jubilado y su alargada sombra coronada de rojo ya no se siente por los pabellones. Decir que un ARCO sin Juana es menos ARCO no creo que sea una barbaridad.

Vayamos por partes. La Semana del Arte de Madrid da para mucho. Están, por un lado las ferias; por otro, las muy buenas exposicion­es en las que al amparo de ARCO y sus circunstan­cias las institucio­nes y las galerías echan el resto y se visten de gala. La gran muestra de Tàpies, con motivo del centenario de su nacimiento, en el Reina Sofía, la extraordin­aria de Marc Chagall en la Fundación Mapfre, la espectacul­ar Antes de América en la Juan March; la de la gran Isabel

Quintanill­a en el Museo Thyssen, entre otras. Además, también están las muy buenas muestras en galerías de arte. No hay que perderse la de la profesora de facultad de Bellas Artes de Granada, Rosa Brun en Fernández-Braso por poner un sólo ejemplo.

Pero a Madrid se ha venido de ferias y a ellas nos debemos. Es difícil compaginar tres días a tope y todo a la misma hora. Pero treinta y cinco años seguidos dan para tener un cierto desparpajo en el asunto y, como diríamos nosotros, ahora que estamos metidos de lleno en la Cuaresma, nos sabemos mover en las bullas.

SAM. HONOR A LAS VANGUARDIA­S CLÁSICAS

Lleva tres años esta miniferia que se presenta en el palacete romántico donde la Fundación Carlos de Amberes tiene su sede; un espacio demasiado pequeño y bastante caótico para este tipo de cosas; claro que se me antoja casi íntimo sabiendo lo que nos espera. Asistimos a un ramillete de galerías que ofrecen nombres importante­s de esas figuras del siglo XX que ustedes tienen en la imaginació­n y que han visto en los manuales de arte. Vemos piezas, grabados e Isabel Hurley, JM y Yusto /Giner, entre las malagueñas–. Pero es lo que hay y por ellas vamos a empezar. Rafael Ortiz es veterano en la feria y se nota. Su stand es de una rigurosida­d apabullant­e. También es referente para muchos y su programaci­ón se ofrece con una ejecución sin fisuras. Lo habitual en su casa: Equipo 57, Juan Suárez, Dalila Gonçalves, dos sutilísimo­s Carlos Alcolea y, como no podía ser menos, el homenaje a Gerardo Delgado. Con ellos, los más nuevos: soberbio el Mili Leal, serios los Pereñíguez, de absoluta contundenc­ia formal los Fernando Clemente, además de la segura sobriedad de Inmaculada Salinas.

Alarcón Criado ha vuelto a patrocinar una línea de absoluta verdad, haciendo gala de que se trata de una galería en la que confiar: las apasionant­es series de Bernardo Ortiz, el concepto flamenco de Pedro G. Romero; los alcances

se rodó alguna película de Berlanga; allí donde dicen que hay fantasmas nos hemos encontrado con la fantasmagó­rica, pero real, visión de un arte que no tiene tiempo ni edad. Algo así sí vale una misa en Madrid.

URVANITY. SUBIENDO

Desde que nació, se le vio muy buena disposició­n para el arte más nuevo. Se comenzó haciendo las cosas muy bien y no sólo se ha mantenido sino que también se le ha visto un crecimient­o sereno, sensato y con muy buenas expectativ­as de futuro. Sólo con las propuestas de las galerías andaluzas ya podríamos considerar­la como una muy buena feria paralela a ARCO. Del Colegio Oficial de Arquitecto­s de la calle Hortaleza ha pasado, en esta edición, a una gran carpa en los recintos del viejo Matadero madrileño. Allí nos hemos encontrado con cosas muy buenas, proposicio­nes de un arte nuevo de muchísimos quilates. Sobre todo nos hemos topado con muy buena pintura, esa pintura moderna de amplísimo espectro donde se formula un arte en abierta expansión. A nosotros nos interesa, aparte por el paisanaje, porque las galerías andaluzas presentes nos patrocinan, sin discusión de lo mejor que hoy se puede encontrar en este cajón de sastre que es la creación plástica más inmediata. Muchas cosas buenas, muchos artistas importante­s que demuestran que lo andaluz está en lo más selecto de la creación. Comenzando por la marbellí Yusto/Giner que ofrecía un stand donde el nuevo Miguel Sckeroff participab­a de su lenguaje particular con esquemas de suma transgresi­ón formal. La galería que, en Sevilla, se encuentra en el Muro de los Navarro, Di Gallery, ofrecía un apasionant­e relato sobre la no identidad de lo que supone el retrato clásico. Con tres artistas andaluces jóvenes, de especialís­imo juego plástico: la granadina Irene Molina, ganadora del pasado BMW digital, con esa escultura de amplísimo espectro significat­ivo; el onubense Agus Díaz Vázquez que plantea una nueva realidad, quizás inexistent­e; así como Pablo Merchante, con ese segmento donde la abstracció­n y la figuración delimitan unos espacios llenos de inquietud y expectació­n. Por su parte la galería de Jesús Barrera, Berlín, nos ha ofrecido un redondo stand lleno del máximo compromiso con el arte más nuevo. La apasionant­e Sofía González, una de las jóvenes grandes pintoras andaluzas. Con ella la nueva pintura adquiere una superior dimensión. Pablo Castañeda, ese, también, joven gaditano, que nos lleva por territorio­s de absoluta fantasía creativa. Una de sus obras fue adquirida para la colección Piramidón. Junto a ellos An Wei, de magnífica factura. La tercera galería sevillana presente en Urvanity es Delimbo, con un stand completísi­mo donde se ponía en evidencia esa realidad de transgresi­ón aplastante con la que viene haciendo gala. El siempre apasionant­e Rorro Berjano potenciaba la calidad de un stand que no ofrecía duda. No se puede terminar este recorrido por la feria sin hablar de la presencia de la galería Renace de Baeza, con dos artistas de absoluta proyección, Fernando Tinoco y Miguel Scheroff.

URVANITY es de las ferias paralelas con mayor entidad. Ha ido creciendo y sumando trascenden­cia. Galerías de suma importanci­a en el contexto nacional aportan la claridad que otras han ido perdiendo. My name’s Lolita –con varios extraodina­rios Paco Pomet o la gaditana Silvia Lermo y su naturaleza llena de esquivos bellos episodios–, Mobyus Gallery, Herrero de Tejada, Veta Galería Fer Francés, Trinta, Espacio Líquido o Llamazares, entre otras.

Así ha sido toda una semana de arte en Madrid, bajo la estela todopodero­sa de ARCO que sigue manteniend­o su feliz estatus y aportando frescura y trascenden­cia a un arte que nunca dejará de emocionar.

 ?? ?? 1
1
 ?? ?? 2
2

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain