Mantener a raya afonías y disfonías
Para mantener una voz saludable y evitar problemas como la afonía o la disfonía, es fundamental adoptar una serie de cuidados y hábitos que promuevan el bienestar vocal a largo plazo. Uno de los pilares principales para mantener unas cuerdas vocales en óptimas condiciones es mantenerlas hidratadas adecuadamente. Esto implica beber líquidos regularmente, preferiblemente agua, a sorbos y con frecuencia a lo largo del día. Evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas o con cafeína es crucial, ya que estas pueden provocar deshidratación y afectar la lubricación de las cuerdas vocales. Además, es fundamental respirar correcmentación, tamente, inspirando por la nariz y practicando la respiración abdominal para reducir el esfuerzo al hablar. Al hablar, procura mantener un tono y una intensidad moderados, evitando gritar en ambientes ruidosos. Haz pausas para hidratarte y descansar la voz si trabajas con ella o eres propenso/a a problemas vocales. Controla el carraspeo y evita toser o sonarte la nariz con fuerza para no inflamar las cuerdas vocales. Mantén una buena postura corporal, con la espalda vertical y cabeza, cuello y columna alineados, para mejorar la resonancia y evitar tensiones musculares. Deja de fumar, ya que el tabaquismo puede alterar permanentemente tu voz. Además, cuida tu alievitando alimentos y bebidas extremadamente fríos o calientes, así como comidas picantes, y opta por opciones como caramelos de regaliz, miel o cítricos si tienes la garganta irritada. Controla el ambiente en el que te encuentras, evitando la sequedad mediante el uso moderado de aire acondicionado y calefacción, y asegurándote de una adecuada humedad del aire. Duerme lo suficiente y evita el agotamiento, el estrés y la tensión psíquica. Si experimentas frecuentes o duraderas disfonías o afonías, consulta a un profesional para descartar patologías subyacentes o aprender técnicas adecuadas de fonación.