El Bajo Guadalquivir gana peso entre el narco
Desde que en 2018 el Gobierno de España prohibiera las narcolanchas —potentes embarcaciones con varios motores como la que el 9 de febrero pasó por encima de una zodiac de la Benemérita mantando a dos agentes—, buena parte de las organizaciones criminales que operan con ellas han empezado a asentarse en Portugal. En el país vecino no es ilegal construirlas ni poseerlas, por lo que algunos astilleros, sobre todo gallegos pero también gaditanos, han cruzado la frontera. No son los únicos. Las redes que transportan hachís desde Marruecos o cocaína por la denominada Ruta Africana se sienten más seguros en Lisboa que en Sanlúcar o La Línea. Por eso, redes muy potentes que cobran por cada kilo que transportan centralizan sus operaciones allí. Sin embargo, si largos son los tentáculos de los narcos, no le van a la zaga los de los cuerpos de seguridad del Estado. De hecho, el pasado lunes culminó la fase de explotación de una larga investigación que ha tenido como centro Sanlúcar, localidad que fue tomada por decenas de agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional. En la investigación también han participado funcionarios de Vigilancia Aduanera de Agencia Tributaria y la Policía Judiciaria de Portugal.
Entre todos han conseguido desarticular la mayor red de narcotransportistas del Estrecho de Gibraltar, que estaba detrás de las últimas aprehensiones de 4.000 kilos de hachís y 627 kilos de cocaína. Esta operación —explotada de forma simultánea en
España y Portugal, y coordinada por la Fiscalía Especial Antidroga de Jerez— ha finalizado con la detención de 19 personas —más otras 12 que ya se encontraban en prisión— y la práctica de 24 registros domiciliarios. Asimismo,
La presión que el Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar está llevando a cabo en esta comarca está provocando, entre otras cosas, que el Bajo Guadalquivir gane cada vez más peso en la lucha contra el narcotráfico. Cada vez son más las organizaciones que se asientan en esta zona o que intentan meter sus potentes gomas por el Guadalquivir, donde son imparables. De hecho, se las ha llegado a ver hasta en La Algaba, pasando Sevilla capital. Cuanto más adentro del río coloquen su cargamento más fácil es luego transportarlo por carretera.
ha permitido abortar hasta cuatro operaciones de la organización e incautar tres armas cortas, 1.400.000 euros en efectivo, 19 vehículos de alta gama, sistemas de comunicación, material informático y dos narcolanchas