LA ESPERANZA DE VIDA EN NAVARRA CRECE MÁS DE 9 AÑOS EN CUATRO DÉCADAS
● Aumenta hasta los 81,1 años para los hombres y 86,8 para las mujeres ● El cáncer es la principal causa de mortalidad, en especial el de pulmón, el que más muertes prematuras origina
PAMPLONA – La esperanza de vida al nacer en Navarra ha aumentado más de nueve años en las últimas cuatro décadas, pasando de los 71,8 a los 81,1 años en el caso de los hombres, y de los 77,4 a los 86,8 años en las mujeres. Así se refleja en el último Boletín de Salud Pública, en los que se constata el descenso de fallecimientos por la mayor parte de las causas de mortalidad prematura más frecuentes en la década de los 70.
En al actualidad la esperanza de vida al nacer se sitúa en Navarra en los 83,8 años, ligeramente por encima de la media española, que se sitúa en segunda posición dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), superado única- mente por Japón, con 83,9 años.
En todos los países analizados la esperanza de vida al nacer es mayor en mujeres, si bien las diferencias entre sexos oscilan mucho y varían desde los 9,8 años de diferencia en Letonia y los 2,6 de Islandia. La diferencia observada en Navarra se ha acortado en los últimos años hasta los 5,7 años en 2016, siendo muy similar a la media estatal. En todas las edades la tasa de mortalidad fue más elevada en hombres que en mujeres.
En comparación al quinquenio, 1977-1981, las tasas de mortalidad en 2012-2016 se han reducido entre un 50% y un 58% en los grupos de edad de 25 a 80 años y un 35% en los mayores de 80 años. Entre las mujeres, el mayor descenso de la mortalidad se ha observado en el grupo de 70-79 años (62%). En la última década, 2007-2016 se aprecia una estabilización de las tasas de mortalidad entre las mujeres de 50-59 años debido al incremento de la mortalidad por cánceres atribuibles al tabaquismo.
CAUSAS DE MUERTE Según el informe, el cáncer ocupa la primera posición entre las causas de muerte en Navarra, al igual que en España y países como Dinamarca, Francia o Japón. En el resto de países industrializados las enfermedades cardiovasculares continúan ocupando la primera posición.
Navarra destaca por la baja mortalidad por enfermedades cardiovasculares, aproximándose a Japón y Francia, que registran la menor mortalidad por estas enfermedades entre los países de la OCDE. Por contra, la tasa de mortalidad por cáncer en Navarra (207 defunciones por 100.000 habitantes) es más elevada que la del conjunto del país (192 por 100.000) y considerablemente más elevada que la observada en países como Suiza o Japón (184 y 182 por 100.000, respectivamente).
En el caso de los fallecimientos prematuros, el cáncer de pulmón se establece como la principal causa de muerte en ambos sexos. Este aspecto ha variado con los años, ya que en el período 1977-1981 la principal causa de muerte prematura eran las enfermedades isquémicas del corazón en el caso de los hombres y las enfermedades cerebrovasculares en el caso de las mujeres. En el período 1977-2016 destaca el considerable descenso de la mortalidad prematura por cáncer de mama, próstata y estómago, accidentes de tráfico, enfermedades del sistema circulatorio y enfermedades del aparato digestivo.
En la última década han disminuido las defunciones por cáncer de pulmón en hombres, pero entre las mujeres, aunque las defunciones por esta causa siguen siendo mucho menos frecuentes, se ha producido un incremento de las tasas durante las últimas cuatro décadas que todavía continúa. El tabaco es el gran culpable de este cambio de paradigma, y es que a él se le atribuyen el 86% de los fallecimientos por cáncer de pulmón en hombres, un porcentaje algo menor en mujeres debido a la menor prevalencia de tabaquismo en las mujeres de más edad.
La mortalidad por enfermedades cerebrovasculares y la enfermedad isquémica del corazón, primera y segunda causa de muerte prematura a finales de los años 1970 en ambos sexos, han disminuido de manera importante en las últimas cuatro décadas. El descenso relativo en 2012-2016 respecto al periodo 1977-1981 de las tasas de mortalidad por enfermedad cerebrovascular fue de 84% en hombres y 85% en mujeres, mientras que las tasas de mortalidad por enfermedad isquémica del corazón disminuyeron un 70% y 78% en hombres y mujeres, respectivamente. El descenso de la mortalidad por estas causas se ha producido en casi todos los países de la OCDE, contribuyendo en buena medida al aumento de la esperanza de vida. Las mejoras en los tratamientos médicos parecen haber contribuido a este descenso.
Respecto a la mortalidad por otros tipos de cáncer distintos al de pulmón, cabe destacar el importante descenso de las defunciones por cáncer de mama, que se ha reducido a la mitad (54%), mientras se registra una estabilización de las tasas de mortalidad por cáncer de ovario y de cérvix. Entre los hombres, el cáncer de próstata, que presentó un incremento hasta 1995, ha invertido esta tendencia descendiendo de manera significativa en los