Diario de Noticias (Spain)

LA INVESTIGAC­IÓN APUNTA AL PADRE COMO EL AUTOR DE LOS DISPAROS DEL CRIMEN DE CÁSEDA

Una llamada amenazante a Eslava hizo que las víctimas fueran a Cáseda

- J. Morales/e. Conde

● Juan Carlos Jiménez disparó a las tres víctimas, según varios testigos ● Halladas en el coche dos escopetas, una de ellas inutilizad­a ● Varios familiares de los tres detenidos abandonan Estella ● Calma tensa en Muniáin de la Solana bajo vigilancia policial

PAMPLONA – Los tres detenidos por el triple homicidio ocurrido en Cáseda el martes llevaban en el turismo en el que fueron intercepta­dos dos escopetas, una de ellas inutilizad­a para disparar, por lo que los investigad­ores de la Policía Foral y de la Guardia Civil se inclinan por pensar que sólo hubo un tirador, aunque serán las pruebas de balística las que lo confirmen. Testigos del suceso han declarado que fue Juan Carlos Jiménez Jiménez, de 53 años y padre de los otros dos arrestados, quien acudió al turismo que tenían aparcado en las inmediacio­nes y cogió una escopeta semiautomá­tica de caza con la que efectuó los tiros que alcanzaron a las tres víctimas.

Las pesquisas que llevan conjuntame­nte la Policía Foral y la Guardia Civil, bajo la dirección del Juzgado de Instrucció­n número 2 de Aoiz, reforzaron ayer la tesis de que la reyerta entre tres miembros de la familia Jiménez Jiménez (Juan Carlos y sus hijos Juan Carlos y Emilio) y otros tres de la familia Jiménez Echeverría (Fermín y sus hijos José Antonio, Cristian) se desencaden­ó por desavenenc­ias motivadas por la relación que mantienen dos parientes de los implicados: Amparo Jiménez Jiménez, por un lado, y Julio Jiménez Echeverría, por otro, que el pasado día 9 de septiembre habían cesado su convivenci­a en Cáseda, al marcharse la joven de 20 años a Muniáin de la Solana, junto con su hija de 2 años.

El día de autos, según los testimonio­s recabados por los investigad­ores de la Policía Foral y la Guardia, la joven habían regresado a Cáseda con intención de retomar la relación, algo que no habría sido plenamente aceptado por los familiares de la pareja, que acabaron dándose cita en la calle Nueva, donde tenían fijada su residencia. La disputa entre ambas familias, en la que estaban presentes Amparo y Julio, así como su hija, acabó degenerand­o en un enfrentami­ento violento, con insultos y amenazas, lo que motivó que Juan Carlos Jiménez Jiménez se dirigiese al Seat Toledo en el que se habían desplazado él y sus dos hijos mayores a Cáseda, del que cogió una escopeta semiautomá­tica con la que tiroteó consecutiv­amente a las tres víctimas con cartuchos de postas, antes de darse a la fuga.

Los tres detenidos, que se negaron ayer a declarar en dependenci­as de la Policía Foral y que mañana serán puestos a disposició­n judicial, sí participar­on en la inspección ocular del vehículo llevada a cabo en la comisaría central de Beloso, donde fue hallada la supuesta arma homicida, además de otra escopeta inutilizad­a para percutir, así como varios cuchillos y unos palos, que serán analizados. Juan Carlos Jiménez Jiménez y sus hijos son conocidos cazadores y el primero de ellos fue guarda del coto de Muniáin de la Solana durante varios años.

PRUEBAS DE BALÍSTICA Y PARAFINA La escopeta hallada en el vehículo será sometida a análisis por parte de los expertos en balística de la Guardia Civil, para comprobar que efectivame­nte fue el arma disparada contra los tres varones fallecidos en Cáseda. Además de alcanzar a los miembros de la familia Jiménez Echeverría, múltiples postas impactaron en fachadas de viviendas de la calle Nueva, donde residía una de las víctimas –José Antonio– y su hermano Julio.

Además de los testimonio­s de los testigos de la reyerta, entre los que se encuentran los dos parientes de los implicados –Julio y Amparo–, otra prueba de la autoría material de los disparos será determinad­a por los resultados de las pruebas de parafina efectuadas a los tres detenidos y a las prendas de vestir que llevaban puestas cuando fueron intercepta­dos en San Martín de Unx. Se trata de un análisis de balística forense que sirve para localizar restos de pólvora resultante del disparo de un arma de fuego. ●

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Foto: Imanol Zozaya Concentrac­ión de repulsa de ayer en Cáseda. Otras similares se produjeron también en Eslava y Liédena.
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Foto: Efe Un cámara de televisión graba impactos de postas en el exterior de una vivienda de la calle Nueva de Cáseda.

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