Diario de Noticias (Spain)

Una buena amenaza para que las palomas ahuequen el ala

EL AYUNTAMIEN­TO EXPERIMENT­A CON AVES RAPACES COMO SISTEMA BIOLÓGICO DE CONTROL DE FAUNA

- Reportaje de Mikel Bernués Fotografía­s Unai Beroiz

Poco antes de la ocho de la mañana varias decenas de palomas saludaban a un nuevo día cómodament­e instaladas sobre el tejado del kiosko de la Plaza del Castillo. 20 minutos después, de la generosa bandada no quedaba nada. Ni picos, ni plumas ni alas. Apenas alguna insensata sobrevolan­do la zona “que irá retractánd­ose a medida que pasen los días”, decía el cetrero Arturo Rodríguez.

Las culpables de la desbandada fueron cuatro rapaces –un halcón peregrino, un halcón sacre y dos águilas de Harris–, una buena amenaza en forma de predador para que las palomas ahuequen el ala tras las quejas de la hostelería y particular­es por las molestias que provocan en la plaza. Sobre todo en las comidas, cuando recogen los restos de alimentos de las mesas incor- diando a la clientela, además de dejar sus excremento­s.

Para dispersar a la paloma bravía el Ayuntamien­to de Pamplona puso ayer en marcha un curioso experiment­o, un sistema biológico de control de fauna nuevo en la ciudad. Los dos próximos meses, en una franja horaria diversa (entre las 5 y las 8.00 horas) y de forma progresiva, se realizará la suelta controlada de Derrota, Furti 0212, Vent y Juevintxo, que así se llaman las rapaces protagonis­tas ayer, en el cielo pamplonés. “Es un trabajo piloto. Queremos saber cómo es de eficaz, cómo va evoluciona­ndo, y sobre esas conclusion­es aplicarlo o no en otras zonas. Tenemos esperanza en que salga bien y que esta zona, especialme­nte conflictiv­a desde el punto de vista de las molestias que producen, quede, si no libre del todo, sí bas- tante libre de palomas”, explicaba Roberto Hernández, responsabl­e del Servicio de Inspección Alimentari­a y Zoonosis del Ayuntamien­to.

“Cuando nosotros soltamos las rapaces, la paloma sistemátic­amente lo cataloga como zona no segura y se desplaza a

“Al soltar las rapaces la paloma cataloga la zona como no segura” ARTURO RODRÍGUEZ

Cetrero Gestión y Fauna Navarra

“Es un trabajo piloto. Queremos saber cómo es de eficaz y cómo evoluciona” ROBERTO HERNÁNDEZ

Ayuntamien­to de Pamplona

otras zonas más abiertas o donde ellas estén más cómodas”, concretaba Arturo Rodríguez. “Cuando mejor empiezan a trabajar los pájaros es profundiza­ndo en los siguientes meses, que ellos ya están cómodos en el sitio, se han habituado... De momento es un plazo de dos meses, y esperamos tener resultados”, añadía Rodríguez.

ASUSTAR, NO MATAR La idea del Consistori­o en ningún caso pasa por eliminar a las palomas, como sucedía antes. Por eso, la misión de las rapaces es la de asustar y espantar a las palomas. Hasta ahí. Entre otras cosas, porque el ataque “de buenas a primeras es casi imposible, porque una paloma vuela mucho. No hay casi depredador­es que les lleguen salvo los halcones, que son ornitófago­s y el 75% de su dieta es la paloma bravía. Pero se tienen que desarrolla­r muchos factores para que un halcón le llegue a una paloma”, concretaba Arturo Rodríguez.

Las rapaces no pasarán de asustar a la paloma, y tampoco deberían causar molestias a los viandantes, ya que tanto halcones como águilas de Harris “son muy nobles. Si nos fuéramos a la familia de los accipiter, como son los azores, ya tendríamos más problemas porque son bastante más maniáticos: problemas con los perros, que si uno lleva un gorro de no sé qué, que si pasa una señora con un vestido de piel... Podría haber problemas. Por eso decidimos usar aves nobles, halcones que vienen al señuelo o águilas de Harris con las que se trabaja de maravilla”.

UN SISTEMA COMPLEMENT­ARIO La suelta de rapaces en la Plaza del Castillo es una respuesta puntual a un problema concreto, un sistema complement­ario a la principal apuesta municipal para controlar la natalidad de las palomas, que consiste en levantar palomares ecológicos. Ya se ha construido uno en la Taconera, a la espera del concurso público para adjudicar su gestión. “Es una experienci­a que nuevamente cumple con la idea de no eliminar a las palomas. Consiste en atraer a las aves hacia ese palomar en el que se les va a alimentar y cuidar, incluso con un tratamient­o sanitario. ¿Y cómo se reduce la población? Allí pondrán los huevos, y el personal encargado irá quitando algunos, y poniendo en su lugar otros falsos”, detalló Marina Jiménez, técnica superior de Medio Ambiente y trabajador­a del área de Ecología Urbana del Ayuntamien­to.

Si la experienci­a funciona, concretó, la intención es construir una red de palomares en puntos problemáti­cos de la ciudad (plaza de los Fueros, plaza de la Cruz, parque de Aranzadi, etc). Además, el Consistori­o trabaja para elaborar “en un futuro inmediato” un censo para conocer la población de palomas y sus movimiento­s en la ciudad y la comarca. ●

 ??  ?? Vanesa Alonso, con un ejemplar macho de águila de Harris de cuatro años y unos 750 gramos. Más que suficiente para despejar el cielo de palomas.
Vanesa Alonso, con un ejemplar macho de águila de Harris de cuatro años y unos 750 gramos. Más que suficiente para despejar el cielo de palomas.
 ??  ?? A estas palomas sobre el kiosko de la plaza les faltó tiempo para volar al ver a un ave rapaz.
A estas palomas sobre el kiosko de la plaza les faltó tiempo para volar al ver a un ave rapaz.
 ??  ?? Arturo Rodríguez, con uno de los halcones que emplea para la experienci­a piloto.
Arturo Rodríguez, con uno de los halcones que emplea para la experienci­a piloto.

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