Cazador cazado
‘EL DEPREDADOR’ (’PREDATOR’)
Dirección: Shane Black. Guión: Fred Dekker, Shane Black (personajes creados por Jim Thomas). Intérpretes: Boyd Holbrook, Trevante Rhodes, Jacob Tremblay, Keegan-michael Key. País: EEUU. 2018 Duración: 118 minutos. Bang Bang y Dos buenos tipos. Si Shane Black había sabido revivir a Iron Man después de la mediocre segunda entrega, no había duda alguna de que El Depredador superaría los precedentes. En EEUU la recaudación de taquilla le da la razón. Pero la taquilla se adquiere sin que él público haya visto la película, así que, a veces, de taquillas récords devienen películas olvidadas. Adelantemos que no será ese el destino de este filme, aunque tampoco haya sido capaz de provocar todo lo que parecía ambicionar. Hubo que resolver algunos contratiempos en la fase de producción. Hay muchas cargas explosivas en su interior. Personajes extremos con autismo en sus entrañas o con trastornos postraumático a los que el guión abraza en reivindicación de lo bizarro y la irreverencia. Con ellos se arma un pelotón de soldados unidos para hacer frente al cazador alienígena, que aquí recupera buena parte de su capacidad para aterrorizar a sus víctimas. Con ofrecer mucho, la evidencia de desorden y confusión aplana e induce al desfallecimiento de sus buenos personajes e ideas. Probablemente lo que Shane Black ideó en papel no se ha plasmado del todo en la película. Se trata de pequeños y decisivos detalles que recuerdan que dirigir un filme de acción requiere más talento del que muchos imaginan. ●