O DEJAR A LOS AR POR ACERAS
técnicos de movilidad consideran conveniente seguir las recomendaciones de la DGT y recuerdan que no tendría demasiado sentido que se permita a los patinetes eléctricos circular por las aceras si la nueva ordenanza lo prohibirá para las bicicletas.
SOLO EN VÍAS AUTORIZADAS En la plano práctico, la DGT establece que los VMP podrán ubicarse físicamente en el ámbito de la calzada, siempre que se trate de vías expresamente autorizadas por la autoridad local. No obstante, se podrá autorizar también su circulación por aceras, zonas peatonales, parques o habilitar carriles especiales con las prohibiciones y limitaciones que considere necesarias (relativas a masa, velocidad y servicio al que se destinan) para garantizar la seguridad de los usuarios de la vía.
Cuando queden asimilados a ciclos y bicicletas, les será aplicable lo dispuesto para estos en la legislación de tráfico, seguridad vial y circulación de vehículos a motor. En concreto, el uso de los VMP debe realizarse atendiendo a las normas del ordenamiento jurídico vial.
Conforme a lo que marca la DGT, la ordenanza del Ayuntamiento incorporará una clasificación de los vehículos de movilidad personal en tres clases.
El del tipo A incluirá a los de dimensiones más pequeñas (hasta 25 kg): patinetes eléctricos, rueda eléctrica y plataforma eléctrica, cuya velocidad no supere los 20 km/h. En el tipo B aparecen los vehículos mayores (hasta 50 kg), como patinetes eléctricos con asiento, patinetes de mayor peso y prestaciones y los llamados segways, con una velocidad no superior a los 30 km/h.
El tipo C incorpora, por su parte, tres subdivisiones: la que incluye a los ciclos de más de dos ruedas que se utilizan para uso personal; los ciclos de más de dos ruedas que se utilizan para realizar algún tipo de actividad económica o de ocio; y la que menciona a los ciclos de más de dos ruedas destinados al transporte de mercancías. En este caso, la velocidad máxima es de 45 kilómetros por hora y el peso autorizado, de 300 kilos.
Los VMP se pueden clasificar también en función de la altura y de los ángulos peligrosos que puedan provocar daños a una persona en un atropello. ●