Barañáin podría ser la excepción
La nueva ordenanza, todavía sin aprobar, permite la circulación de patines por las aceras
PAMPLONA – La nueva ordenanza de Movilidad, también en Barañáin, marcha por el buen camino. Tras ser aprobada de forma inicial el pasado mes de septiembre, pronto estará lista para su aprobación definitiva tras superar el tiempo para las alegaciones que finaliza el próximo día 29. Este texto incluye un capítulo exclusivo para reglar la circulación de patinetes, impulsados o no por motor eléctrico. El artículo 10 de esta normativa establece que el medio de transporte, siempre y cuando no exceda los 30 km/h y los 50 kilos de peso, como pueden ser los patinetes eléctricos grandes o los segways, podrán circular por las aceras, “adaptando su velocidad a la de los peatones (...), respetando a los viandantes (...) evitando maniobras bruscas o molestas, la conducción zigzagueante y el adelantamiento temerario”.
Uno de los artífices de esta normativa es el jefe de la Policía Municipal de Barañáin, Daniel Cano. En su opinión la irrupción del patinete eléctrico como medio de transporte “es una realidad que no se puede obviar”. La máxima con la que parte la ordenanza de Barañáin es clara: “tiene prioridad el peatón, hay que respetarle. Si el patín no está incluido en la ordenanza es un riesgo”, explicó Cano, preocupado por “no darle una regulación unitaria a nivel de Comarca”. A su juicio, “Pamplona ha dado un paso atrás” al cambiar el criterio de regulación pues “en origen la circulación de patinetes estaba regulada por las aceras”, afirmó Cano. De todos modos, el responsable de la Policía Municipal de Barañáin afirmó que cumplirán “siempre con lo que dictamine la Dirección General de Tráfico”.
SIN UNIDAD DE CRITERIO El desarrollo de patinetes eléctricos está más avanzado en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Ambos consistorios ya han tomado cartas en el asunto, pues además del uso particular, ya son varias las empresas que los ofrecen en alquiler en sus calles.
En Madrid, la nueva normativa ha sido modificada para prohibir a estos vehículos la circulación por las aceras. Lo harán por las calzadas de las calles peatonales, ciclocalles o las calles limitadas a 30 kilómetros hora. Barcelona ha optado por permitir su circulación por carriles bici, zonas peatonales, parques o calles reguladas a 30 km/h. Pero además, la Ciudad Condal permite su circulación en el resto de calzadas, limitando su velocidad a 45 km/h.