Mejorando cada día
Antes de que empezara el Mundial ya sabíamos que España iba a llegar falta de ritmo, porque el coronavirus, y hasta Filomena, obligaron a suspender varios partidos, y porque la selección es un motor diésel al que le suele costar alcanzar su mejor rendimiento.
Pero está claro que está mejorando cada día: la selección que solo pudo empatar en su debut ante Brasil no tiene nada que ver con la que ganó a Alemania con un máster de dirección de juego de Raúl Entrerríos, que cumple 40 años en febrero; y con Guardiola y Morros, impecables en el centro de la defensa; y con Dani Dujshebaev, confirmándose como un jugador de futuro –le está viniendo muy bien que su padre, que le dirige en el Vive Kielce polaco, le esté dando muchos minutos–; y, por supuesto, con los porteros Corrales y Pérez de Vargas. Se está comprobando que la portería es cada vez más decisiva en el balonmano de elite, y España tiene la suerte de tener dos grandes porteros cuyas paradas sirven además para lanzar los contraataques.
Como casi siempre, España no puede competir con los demás en altura de los jugadores y en potencia de lanzamiento, pero sí con su juego de listos, es decir, de provocar el error de las defensas buscando penetraciones claras o pases a los pivotes o a los extremos desdoblados.
Si va todo normal y España se clasifica para cuartos de final, su rival será Francia, Noruega o Portugal.
A Francia la veo como siempre, con dudas y problemas, y sacando los partidos a trancas y barrancas, pero estará ahí.
Por su parte, Noruega, que tiene una Sagosen-dependencia total, es el cruce que me gustaría en cuartos, porque veo que lleva mucha tralla y generalmente se nos ha dado bien.
Y Portugal es una selección de futuro. Ya dio buenas pinceladas en el pasado Europeo y está trabajando muy bien para seguir creciendo. Es, además, la selección que mejor hace el ataque 7 contra 6, aunque, según dicen, es algo que se va a prohibir en el futuro, por desvirtuar el balonmano.
Por el otro lado del cuadro hay que destacar a Dinamarca, actual campeón del mundo, con su bloque completo encabezado por Hanssen a la cabeza; a Croacia, que siempre está ahí; a Egipto, que juega en casa; o a Suecia, aunque ha tenido muchas renuncias y ha venido con un equipo joven que quizás le haga flojear en el tramo final de este Mundial. ●
El autor es técnico navarro de la Federación Española de Balonmano