Año nuevo, gama nueva
Cuando tus coches gozan del favor del público por su acertado diseño, eficiente oferta mecánica y completa dotación, lo más inteligente es ponérselo fácil al comprador con una gama coherente y bien definida.
Peugeot arranca en 2021 con las buenas sensaciones que ha venido viviendo en los últimos años. Comenzó 2020 con la buena nueva de que su exitoso 208 se coronara como Coche del Año en Europa y, para no dormirse en los laureles, ha decidido empezar nuevo año, según la propia marca, “adoptando una estructura de gama más clara y sencilla de entender por el cliente, una oferta que se estructura en las versiones Like, Active, Allure y GT. Cada una de ellas, salvo el 208 Like, cuenta con un acabado superior Pack, que incluye equipamientos atractivos a una precio competitivo. Asimismo, las empresas y profesionales pueden elegir la versión Business Line”.
El Peugeot 208, además de convencer por un diseño rompedor y su moderna tecnología, se distinguió desde sus inicios por incluir, junto a su oferta de mecánicas de gasolina y diésel, con potencias entre 75 y 130 CV, una variante totalmente eléctrica, aquí ya con 136 CV y 340 kilómetros de autonomía en medición WLTP.
El acabado Like es la puerta de entrada, desde 13.950 euros, y cuenta con un completo equipamiento que incluye entre su dotación de asistencias a la conducción el reconociled miento de señales de límite y de recomendación de velocidad, la alerta de riesgo de colisión, el frenado automático, el regulador y limitador de velocidad y el detector de neumáticos desinflados. La terminación Active, desde 14.900 euros, añade luces diurnas de led, volante de cuero, calandra cromada, retrovisores en el color de la carrocería y radio digital Bluetooth con pantalla táctil de 7 pulgadas. Los Active Pack, por 15.900 euros, suman ayuda al estacionade miento trasero, faros delanteros ecoled, llantas de aleación de 16 pulgadas Taskin, reconocimiento ampliado de las señales de tráfico y Peugeot i-cockpit con cuadro de instrumentos analógico y pantalla a color de 3,5 pulgadas. Desde 18.000 euros, los Allure aportan climatizador automático, encendido automático de faros, freno de mano eléctrico, sensor de lluvia, arranque a botón y retrovisores térmicos y plegables eléctricamente, además de llantas de aleación 16 pulgadas, entre otros detalles. Un escalón por encima, los Allure Pack (desde 18.750 euros) incorporan exquisiteces como la cámara de visión trasera de 180 grados, el frenado automático de emergencia, el sistema de llamada automática de emergencia y el puesto de conducción Peugeot i-cockpit 3D Quartz. Por último, los GT, desde 20.450 euros, destacan por sus faros delanteros totalmente de led con regulación automática, pilotos traseros de 3D, llantas de aleación de 17 pulgadas y detalles específicos en calandra, pedales, umbrales de puertas y volante de cuero perforado. Los GT Pack, desde 21.400 euros, brillan con sus llantas de 17 pulgadas Bronx bitono, acceso y arranque sin llave y asientos delanteros calefactados en Alcántara.
Siguiendo el mismo planteamiento de ofrecer una gama “más clara y sencilla de entender por el cliente”, el modelo estrella de Peugeot, el 508, tanto en su carrocería berlina como en la familiar deportiva SW, denomina sus propuestas como Active, Allure y GT, que se duplican al incorporar las variantes Pack. Desde 27.600 euros el 508 y desde 28.800 euros el 508 SW, se trata de modelos de prestigio dotados de un completísimo equipamiento de confort, seguridad y conectividad. Asimismo, su oferta mecánica, con potencias entre 130 y 360 CV, además de motores de gasolina y diésel también cuenta con interesantes propuestas híbridas enchufables que casan a la perfección con las zonas que exigen cero emisiones para circular por ellas. Y pensando en las empresas y autónomos, Peugeot plantea su acabado Business Line, con unos precios que arrancan en 31.850 euros para la berlina y 33.050 euros para el 508 SW. ●
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La actriz navarra debutará hoy en el Teatro Gayarre con ‘Un marido ideal’, comedia sobre las apariencias y la corrupción tan provocadora como su autor, Oscar Wilde
PAMPLONA – Un marido ideal también se representará mañana, domingo, en el escenario pamplonés, así que Ainara Arizu (Pamplona, 1989) tiene doble motivo para sentirse “muy ilusionada” por mostrar en casa este montaje que dirige Eduardo Galán y protagoniza Juanjo Artero. La actriz, que se licenció en Derecho antes de estudiar interpretación en el Laboratorio William Layton de Madrid, da vida a una periodista en esta historia que sucede en Inglaterra, pero bien podría estar pasando aquí y ahora.
¿Qué significan estas dos funciones para Ainara Arizu?
–Me hacen mucha ilusión por muchos motivos. Primero, porque hemos estado de gira en muchos sitios cercanos, pero varios de mis familiares cercanos no han podido ir a verme a causa de las restricciones de movilidad. Por suerte, mi madre sí pudo al principio, pero poco más; por eso, venir al Gayarre va a permitir que me vean mi familia y mis amigos. Además, el Gayarre es un referente; junto con Baluarte es lo más grande que hay en Pamplona y es genial poder actuar en ese escenario.
¿Cómo llegó a Un marido ideal?
–Estaba haciendo un montaje autoproducido con unos amigos en una sala pequeñita de Madrid y nos vino a ver una representante, gracias a la cual enlacé con esta obra. La producción de Un marido ideal ya llevaba un año en funcionamiento, pero algunos de los actores la habían dejado por motivos personales y habían abierto un casting para encontrar sustitutos.
¿Cómo fue ese casting?
–Pues me convocaron, me dieron una separata del texto, me preparé el personaje con un profesor que tuve en la escuela de teatro en la que me había formado y acudí al casting. En la prueba trabajé directamente con el director, que me ofreció bastante información sobre el personaje.
Este fue su primer casting teatral, ¿cómo es eso?
–Creo que es porque no es muy fácil acceder a un casting teatral. Normalmente,
por lo que tengo entendido, te ven en algún trabajo y te llaman para la audición. Por eso me gustó la experiencia, sobre todo por si me vuelve a tocar en el futuro. En audiovisual sí que te toca de todo, y más ahora con la pandemia, porque te lo tienes que montar en tu casa, y con tu móvil. Ahí ya andas bastante perdida. Tienes que saber cómo enfocar, cómo iluminarte para quedar mejor... y luego ya hacer el personaje sin que nadie te diga “bien, sigue por ahí” o “no, eso no es”. Simplemente mandas tu grabación y esperas que les interese tu propuesta. La parte buena es que lo puedes hacer te pille donde te pille, no hace falta que estés en Madrid, aunque yo prefiero mil veces estar en contacto con las personas.
¿Qué puede decirme del personaje que interpreta en Un marido ideal? –Soy Laura Cheveley, una periodista londinense que trabaja en París para el Times. Es un personaje muy inteligente, algo así como la mala de la película, y es muy divertido de hacer porque tiene muchas caras, muchas aristas, lo que para mí, como actriz, resulta muy enriquecedor. Laura me encanta. Es la que acciona la historia porque tiene información que no tiene nadie más y por eso desencadena el conflicto. A la vez, tiene algunas escenas en las que se muestra más vulnerable, y esa parte más humana es muy interesante también. Es un personaje muy jugoso y muy rico para hacer y para ver.
Cuando llegó para interpretar a Laura el elenco principal ya lleva bastante tiempo trabajando la obra, ¿cómo encajó en el equipo?