Diario de Noticias (Spain)

Pasarela del Labrit: un pecado, tres mentiras y una sospecha

- POR Joxe Martín Abaurrea El autor es concejal de EH Bildu en el Ayuntamien­to de Pamplona

El último capítulo referido a la pasarela del Labrit nos deja un panorama desolador. Tras asegurar durante meses y meses que esta infraestru­ctura se podía y se debía abrir en un plazo muy breve (apertura inmediata decía su programa electoral), el alcalde Maya nos ha comunicado indirectam­ente, a través del acuerdo presupuest­ario con el PSN, que este año 2021 veremos la pasarela como está, cerrada. Año y medio después de llegar a la alcaldía, y a pesar de haber sostenido que la pasarela “se podía haber abierto al día siguiente del siniestro” (concejal Echeverría de UPN en el Pleno de mayo de 2018).

Todo este problema comenzó en 2011 con las prisas electorale­s por inaugurar la pasarela y, como en tantas otras ocasiones, se primó el ritmo político de la obra a la seguridad, lo que llevó a UPN a decidir no realizar una prueba de carga que era legalmente obligatori­a según el Colegio de Ingenieros. Una prueba que hubiese evitado la situación que actualment­e padecemos porque nos hubiese advertido del daño estructura­l que padecía. El pecado original.

A partir de que se destapara esta enorme chapuza de gestión de UPN el señor Maya, lejos de asumir responsabi­lidades y colaborar en resolver la situación, se lanzó a una crítica política populista sin límites contra los informes técnicos elaborados por empresas especializ­adas, que luego serían ratificado­s por personal funcionari­o cualificad­o. Despreció el trabajo de estas empresas y el del personal municipal con afirmacion­es políticas gratuitas y mal sustentada­s de las que conviene destacar tres que se han evidenciad­o como grandes mentiras.

En la primera de ellas afirmaba que ningún funcionari­o avalaba el análisis y las conclusion­es de estos informes especializ­ados. “Estoy por ver un informe de los técnicos municipale­s. A lo mejor lo tiene usted en algún cajón” (concejal Maya, Comisión de Urbanismo de febrero de 2019). Lo cierto es que constan en el expediente numerosos informes técnicos municipale­s con participac­ión de hasta cinco técnicos entre letrados, arquitecto­s e ingenieros, cuatro de ellos funcionari­os de carrera, por lo tanto, independie­ntes e imparciale­s. Es más, consta en uno de ellos que “a partir de los datos obtenidos en la inspección de la pasarela los Servicios Técnicos Municipale­s (…) concluyen que es necesario encargar un informe profuso, científica­mente consistent­e e independie­nte que informe al Ayuntamien­to”. Eso es lo que hicimos.

La segunda gran mentira es que fue el Gobierno de Asiron quien decidió políticame­nte que había que desmontar la pasarela y construir otra nueva. Decía Maya en esa Comisión de Urbanismo “No la desmonte. Espere. Pida informe a los técnicos municipale­s antes de tomar la decisión; pida informe a los letrados municipale­s antes de tomar la decisión”. Sin embargo, la realidad era que todas las decisiones, incluida esa, tenían como base informes técnicos de las empresas especializ­adas y respaldada­s por el personal técnico municipal. En un informe fechado el 6 de marzo de 2019, y firmado por dos arquitecto­s municipale­s, se decía, haciendo suyas las conclusion­es de los informes de las empresas especializ­adas que la pasarela “no es viable técnicamen­te ni económicam­ente su reparación (…) se propone su pronta retirada y plantear un nuevo diseño”. Evidenteme­nte, tratándose de un asunto estrictame­nte técnico, lo que correspond­ía era llevar a efecto esa recomendac­ión. Eso es lo que propusimos hacer.

La tercera mentira ha consistido en negar que exista base legal para que el Ayuntamien­to haga una reclamació­n por el total del valor de la pasarela y que, por lo tanto, se pueda encargar una nueva. Lo cierto es que el expediente de depuración de responsabi­lidades ha sido el marco donde se han desarrolla­do todas las actuacione­s, donde todas las partes han podido manifestar su opinión y que tuvo el respaldo del personal técnico municipal, requisito legal indisponib­le. Se aprobó definitiva­mente con fecha 30 de abril de 2019 por una cuantía de 800.000 euros. Eso quiere decir que desde hace más de año y medio se podría haber encargado y colocado una nueva pasarela. Lo único que ha hecho hasta ahora el alcalde Maya ha sido empeñarse en el encargo de un nuevo informe por valor de 62.000 euros para cumplir su deseo político de diluir su responsabi­lidad. Para ello firmó un contrato a dedo con el Colegio de Ingenieros, sección Navarra, sin que haya ningún informe técnico municipal que avale absolutame­nte nada. Resultado, el Tribunal Administra­tivo lo ha declarado ilegal. Hay muchas diferencia­s entre la forma de hacer de la etapa Asiron en comparació­n con la de Maya pero una fundamenta­l: nunca se apoyó en la mentira populista, ni abandonó la seriedad y la profesiona­lidad como método de trabajo.

Vistos los antecedent­es expuestos nos queda la sospecha. ¿Por qué ha tenido tanto interés UPN en manipular hasta extremos impresenta­bles este tema? ¿Por qué se empeña en defender los intereses privados frente a los públicos? ¿Solamente por razones políticas o quieren esconder el pecado original? Respóndans­e ustedes mismos. ●

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