La rotura de un glaciar deja al menos nueve muertos en la India
Las autoridades buscan a 150 trabajadores, tras la gran riada de lodo y agua que destruyó las obras de una presa
NUEVA DELHI – Una gran avalancha de agua y lodo por la rotura de un glaciar dejó ayer al menos nueve muertos y más de un centenar desaparecidos en una zona montañosa del norte de la India, mientras continúan a contra reloj las labores de rescate para sacar con vida a unos 35 trabajadores atrapados en un túnel.
El desastre tuvo lugar a primera hora de la mañana en el distrito de Chamoli, en la cordillera del Himalaya, cuando la rotura de un glaciar desencadenó la avalancha e inundaciones masivas siguiendo el curso de los cauces de varios ríos, obligando a la evacuación de emergencia de miles de personas.
Gran parte de las labores de rescate se están centrando en la búsqueda de los trabajadores de dos centrales hidroeléctricas en construcción afectadas por la avalancha, donde en un principio se estimó que podía haber unos 150 trabajadores desaparecidos.
Caída ya la noche, los equipos desplazados trataron de rescatar con a los trabajadores atrapados en un túnel en construcción cerca de una de las centrales hidroeléctricas, después del rescate exitoso poco antes en otro túnel.
“Hemos rescatado a doce personas de un túnel y tememos que otras 35 estén atrapadas en otro (...) Continúan los esfuerzos para rescatarlos”, afirmó el portavoz de la Policía de la Frontera indo-tibetana desplegada en el lugar, Vivek Kumar Pandey.
El jefe de Gobierno de Uttarakhand, Trivendra Singh Rawat, explicó que además “cinco lugareños, incluidos pastores con sus 180 ovejas y cabras, fueron arrastrados por la inundación repentina”.
Vídeos del momento de la avalancha y difundidos por las redes sociales, muestran la repentina llegada de una gran columna de lodo y agua por el cauce de un río, golpeando con fuerza las laderas del valle y destruyendo a su paso estructuras como la de al menos una de las centrales hidroeléctricas afectadas.
Esta montañosa región en el Himalaya fue testigo también en junio de 2013 de riadas, corrimientos de tierras y el derrumbe de edificios después de que las lluvias del monzón se adelantaran un mes y se produjeran un 68% más de precipitaciones de lo habitual.