Diario de Noticias (Spain)

Un relato autobiográ­fico del robo del siglo

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Kardashian y parte de su séquito se encontraba en la capital francesa para asistir a los desfiles de la Fashion Week, y el día del atraco, la noche del 3 de octubre, los astros se alinearon para Abbas y los otros cómplices. El guardaespa­ldas de la estrella, una de sus hermanas y el chófer de la limusina se habían ido a una discoteca, y su madre estaba descansand­o en el hotel. Ella se quedó en el apartament­o alquilado acompañada por su secretaria. “Lo que nos interesaba era su diamante. Eso fue lo que nos atrajo. Tenía fotos con él por todas partes”, cuenta Abbas sobre ese anillo de compromiso con el rapero Kanye

West. La sorpresa llegó cuando también encontraro­n joyas prestadas por casas de lujo.

ROBO DE MANUAL Con falsas chaquetas de policía entraron en su residencia. El autor de J’ai séquestré Kim Kardashian se encargó del conserje. Lo maniató y el resto del grupo se lo llevó al apartament­o para utilizarlo como traductor porque hablaba inglés. Abbas nunca llegó a conocer a la reina por antonomasi­a de los programas de telerreali­dad, con 203 millones de seguidores en Instagram. Pero, según su propia versión, el robo en sí fue de manual. “No hubo necesidad de amenazar.

Ella colaboró. En general siempre es así. No hay razón para resistirse, sería tonto”, agrega este francés de origen argelino y residente en la periferia de París. El robo en sí duró unos siete minutos y los ladrones tuvieron tiempo de quitarle el anillo de compromiso , el teléfono móvil y llevarse más de 10 millones de dólares en joyas.

A Kardashian también la maniataron y aunque su secretaria se escondió en el baño y llamó a la Policía, la banda volvió a estar de suerte: marcó el 911, el número de emergencia­s estadounid­ense, y no el francés 112, lo que les dio tiempo suficiente para coger las joyas y huir, en bici y también a pie. A

Abbas, que en total ha pasado casi 21 años encarcelad­o debido a otros atracos del pasado, lo traicionar­on los restos de ADN que, a pesar de haberse puesto dos guantes, quedaron en la cuerda con la que ató al conserje.

Sus cómplices también fueron localizado­s y a la celebració­n del juicio en el Tribunal Penal por robo en banda organizada y secuestro, que sentará en el banquillo a doce sospechoso­s, le queda al menos un año. Abbas, que se apuntó a ese robo porque necesitaba dinero para hacerse con un local en el que trabajar como mecánico, dice que recibió solo 70.000 euros (casi 84.270 dólares) del botín y tiene tan claras sus posibilida­des de volver a entrar en prisión que acudirá a la audiencia con una mochila preparada para ello. Es improbable que coincida en persona con Kardashian, pero de hacerlo, le pediría perdón. “Si no quiere o no puede está en su derecho. Yo lo lamento, pero no puedo hacer más, no puedo volver atrás”. ●

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