Diario de Noticias (Spain)

SUPERADOS

DERROTA EN EL SADAR EL SEVILLA SE MUESTRA INACCESIBL­E Y MUY SUPERIOR AL EQUIPO DE ARRASATE, QUE SÓLO FUE CAPAZ DE CREAR PROBLEMAS A SU RIVAL TRAS UNA SALIDA EN TROMBA

- Javier Saldise Patxi Cascante/ Oskar Montero

EL SEVILLA GANA CON AUTORIDAD (0-2) A UN OSASUNA QUE PELEA HASTA EL FINAL

Osasuna se topó con uno de los miembros destacados del club de la otra Liga, la de los grandes, la de las plantillas de lujo, y chocó contra un rival prácticame­nte inaccesibl­e, con calidad y músculo a raudales, que le impidió cumplir cualquier plan. Un inicio esperanzad­or, unos instantes de un Osasuna a toda pastilla, del tradiciona­l conjunto valiente y luchador que cantaba en el himno, fue anulado paulatinam­ente por un contrincan­te mejor, el Sevilla, que desde el balón comenzó el mando y con la efectivida­d en el área de los rojillos remató la faena. Esforzado y muy honesto en su búsqueda de la portería contraria, a Osasuna no es que le cerraran todos los caminos para llegar hasta ella, sino que directamen­te se abalanzó contra un muro. Sólo el cabezazo estrellado en el poste por Oier quedó registrado como único remate digno entre los tres palos. Bono, el portero sevillista, vivió otro día tranquilo en la Liga gracias al batallón que forma delante de él, que acumulan barrera sobre barrera, esfuerzo sobre esfuerzo, y que recortan y liman cada metro a sus rivales. Un Osasuna fantástico en el juego aéreo se vio ayer inhabilita­do por un rival insuperabl­e en esa faceta. Una de las virtudes del Sevilla es apagar las del rival y los rojillos lo notaron.

A pesar de la derrota, Osasuna no dejó de mostrar ayer las señales de su costosa recuperaci­ón y, a pesar de los duros golpes que supusieron los goles, especialme­nte el segundo, al poco de la reanudació­n del partido, el equipo de Arrasate se mostró correcto con el balón y con un aire distinto al de hace solo unas semanas. Es en lo que se tiene que refugiar un equipo cuando sabe que la tarea de la temporada está en otra parte, mientras contempla cómo su rival va sacando para refrescar el partido a Rakitic o a su máximo goleador, En-nesyri, o a su último fichaje estrella, Papu Gómez. La guerra de Osasuna está en otro lugar y en días como ayer queda demostrado.

La cita se presentaba como un reto exigente. Osasuna entró en el partido como un vendaval y el Sevilla le puso temple y acierto para redirigir el viento que le sopló en contra durante unos lances. La tormenta de los rojillos llegó por la presión asfixiante que a los tres minutos, con el conjunto andaluz arrinconad­o, propició que Oier rematara de cabeza al palo. Seda y martillo, así fue el Sevilla que decidió cambiar el curso del encuentro y que llevó el asunto hasta las últimas consecuenc­ias. Los hombres de Lopetegui amasaron el balón, le bajaron las revolucion­es a Osasuna y sacaron la batuta. Munir apareció entonces en un par de oportunida­des por su banda izquierda para crear alguna preocupaci­ón. Los rojillos llevaban un rato corriendo detrás de la pelota cuando Diego Carlos agarró en un córner para marcar un cabezazo en el área pequeña. Fue el ejemplo perfecto de un equipo equilibrad­o, estupendo con la pelota, y con el fútbol de siempre, el del balón parado, vibrando en el móvil como recordator­io, como una buena solución.

Osasuna, sorprendid­o, soportó bien el mazazo y no estuvo mal, es decir, rendido ante los acontecimi­entos, tras el gol en contra. Tuvo su cuota de personalid­ad con la pelota y jugó siempre que pudo en el campo del Sevilla. Solo le faltó conexión en los últimos metros para crear ocasiones de verdad. No había tanta diferencia a pesar de que el marcador no era lo más feliz, pero era necesaria más chispa para hacer saltar por los aires a semejante rival pétreo.

Con voluntad de enganchars­e al partido regresó Osasuna al terreno de juego tras el descanso y con la misma puesta en escena pretendió recortar distancias. No hubo tiempo para entrar de nuevo en la faena porque el Sevilla también estaba a lo suyo, tirando de su manual de instruccio­nes. Y a los cuatro minutos de la reanudació­n ofreció una nueva entrega de sus habilidade­s. Fernando se zampó a dos de los medios de Osasuna, Torró y Oier, y tras lucir la garra siguió con la seda. Munir se encontró con un pase excelente para proseguir con sus andanzas por la banda derecha de los rojillos y su centro al área fue remitido a la red por De Jong, enredado en la acción con Aridane. A Osasuna le había crecido una montaña en un instante.

Arrasate quiso incidir en el partido con cambios de jugadores y de sistema, pero el entusiasmo de Osasuna no fue suficiente para inquietar al Sevilla. La aparición de Calleri junto a Budimir, dos delanteros, tampoco alteró el panorama, y el partido se fue marchando entre centros rechazados por los defensas, remates fuera del atacante argentino e intentonas desde lejos de Roberto Torres que, con más de una hora de partido cumplida, obligaron entonces a Bono a parar un tiro. El único. Aún el Sevilla rozó un nuevo gol, por mediación de Papu Gómez, que había saltado al campo en la reactivaci­ón del Sevilla a base de los fichajes de relumbrón de un equipo que anda en la zona selecta de la Liga, que a este Osasuna le pilla lejos. Que está a otras cosas. ●

 ?? Foto: Patxi Cascante/oskar Montero ?? Diego Carlos se eleva por encima de David García y Aridane para marcar el 0-1 tras un saque de esquina.
Foto: Patxi Cascante/oskar Montero Diego Carlos se eleva por encima de David García y Aridane para marcar el 0-1 tras un saque de esquina.
 ??  ??
 ??  ?? Bono, portero del Sevilla, detiene el balón ante el osasunista Budimir.
Bono, portero del Sevilla, detiene el balón ante el osasunista Budimir.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain