Luego... ya veremos

Ayer, 25 de febrero, hacía exactamente siete años que la guitarra de Paco de Lucia dejó de sonar para siempre. Un señor gaditano que con sus manos y un puñado de cuerdas llenó de flamenco y talento los escenarios más importantes del mundo.

Reconocido como uno de los mejores guitarristas del planeta y a su vez compañero del cantaor más grande que jamás existió, Paco nos dejó un legado que a muchos nos sigue erizando la piel.

Contaba el gaditano siempre con mucho arte que desde pequeñito se metía sus 14 horas al día tocando la guitarra y que a eso en su tierra le llamaban tener duende. Ninguna duda de que Paco tenía un duende pero estoy seguro que ese duende sin tanto trabajo por detrás nunca hubiera llegado tan alto.

Del personaje del que voy a hablar ahora no he oído a nadie decir que tenga un duende. Quizá alguien piense que hasta tiene un diablillo pero si algo tiene por encima de todo es una capacidad de trabajo impresionante que junto a su talento también le ha llevado a cuotas muy altas. El otro día don Cristiano Ronaldo metió su gol 729 en competición oficial y parece que pulverizó todos los récords. El portugués, a sus 36 años, sigue demostrando que lo difícil para otros para él parece el pan de cada día.

Que nadie piense que Cristiano mete los goles solo porque es muy fuerte, muy rápido, muy potente, muy guapo o lo que quieran que sea. Cristiano mete sus goles por todo eso y porque desde que tiene uso de razón ha puesto su talento en manos de un esfuerzo sobrehumano. Muchos de los que están empezando lo podrían poner de espejo y darse cuenta de que su talento nunca tendrá recompensa si su esfuerzo no lo multiplican por diez, por cien o por mil como hace el portugués. Es posible que el luso no sea santo de nuestra devoción por otras cosas pero desde luego que jamás se le pueden negar otras.

Ni veo a Paco de Lucia metiendo goles en su época ni a Cristiano tocando la guitarra como los ángeles, cada cosa en su sitio y cada sitio en su cosa pero siempre el esfuerzo por delante y luego… ya veremos. ●

El autor es técnico deportivo superior