Kike Barja, el revulsivo rojillo
OSASUNA RECIBIRÁ AL BARÇA CON 6 PUNTOS SOBRE EL DESCENSO EL FEMENINO LIDERA LA TABLA A FALTA DE UN PARTIDO
PAMPLONA – El estreno goleador de Kike Barja (Noáin, 1/4/1997) sirvió para que Osasuna lograra el pasado sábado en Mendizorroza una trascendental victoria contra el Alavés (0-1) que le permite sumar 28 puntos en 25 jornadas, ascender hasta el 12º puesto a costa de un Valencia que salió goleado de Getafe (3-0) y alejarse en 6 puntos de la zona de descenso que ocupaba al finalizar la primera vuelta del campeonato liguero.
La cuestión es que Kike Barja anotó su primer tanto en la máxima categoría saliendo desde el banquillo, y no
se trata de la primera ocasión en la que el canterano se erige en futbolista decisivo para su equipo actuando como suplente. Y es que el concurso del extremo de Noáin ha resultado determinante sustituyendo a un compañero en hasta tres de las siete victorias que ha sumado Osasuna en lo que va de curso: con un gol en Mendizorroza, con una asistencia en el Ciutat de Valencia y forzando un penalti en El Sadar contra el Athletic.
En definitiva, que Kike Barja ha terminado refrendando con hechos la teoría que expuso su actual entrenador, Jagoba Arrasate, en la previa del partido que enfrentó a Osasuna con el Sevilla en El Sadar. “Contar con muchos jugadores disponibles tiene mucha importancia porque ahora tengo quebraderos de cabeza para hacer el once, pero eso es lo que quiero. Además, tener cinco cambios en cada partido también nos aporta un plus porque la gente está bien y sabe que puede tener opciones en cualquier momento”, señaló el técnico. Y el extremo de Noáin ha interiorizado tanto el discurso del preparador vizcaíno que ha ayudado a su equipo, eso sí, de diferentes maneras, en sus 22 apariciones en lo que va de Liga: 7 como titular y 15 como suplente.
La aportación de Kike Barja saliendo desde el banquillo ha resultado decisiva en los dos últimos triunfos a domicilio que ha firmado Osasuna. El pasado sábado en Vitoria lo hizo con un gol que fue una mezcla de fortuna e insistencia para, diez minutos después de ingresar en el terreno de juego en sustitución de Calleri, poner el sello al tanto del triunfo rojillo. Y dos semanas antes, en Orriols, barrio valenciano donde se encuentra ubicado el estadio del Levante, asistió de forma magistral a Budimir para que el croata marcara el único gol de un partido en el que ambos llevaban participando tres minutos tras suplir a Torres y Calleri, respectivamente.
Pero para encontrar la primera acción revulsiva de Kike Barja durante el presente ejercicio hay que remontarse hasta el 24 de octubre del pasado año, fecha en la que Osasuna celebró su centenario. En un partido especial por tamaña efeméride y por ser el Athletic el rival de los rojillos en El Sadar, Barja saltó al campo en el minuto 73. Lo hizo en sustitución de Jony y con 0-0 en el marcador, para, ocho minutos después, protagonizar una acción en la que Ander Capa le derribó dentro del área, cometiendo un penalti que Rubén García aprovechó para marcar el tanto de la victoria de Osasuna.
Es por eso que Kike Barja se ha convertido en un revulsivo para el conjunto navarro, aunque también ha demostrado buenas dotes como titular. Con semejante panorama, Arrasate tiene un problema. O, como diría el técnico, una bendición. ●