El confinamiento aumenta la ansiedad en el cuidador familiar de la persona con demencia
Un estudio concluye que la sobrecarga se ha “elevado mucho” con la pandemia
PAMPLONA – Un estudio elaborado por el Grupo de Demencias de la Sociedad Navarra de Geriatría y Gerontología, en colaboración con el servicio de Geriatría del CHN y la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Navarra (Afan), constató que durante el confinamiento las personas con demencia que viven en sus domicilios experimentaron “un incremento tanto de la sintomatología cognitiva, como de los síntomas más relacionados con la agitación, la angustia y la ansiedad”. Asimismo, sus cuidadores sintieron “mayores niveles de ansiedad, han visto cómo han tenido un empeoramiento de la calidad del sueño, han descuidado la parte de la alimentación y la nutrición, y esto ha llevado a aumentar su sobrecarga habitual”, elevándola “muchísimo
más”. Así lo explicó la psicóloga Nuria Carcavilla, primera autora del estudio sobre las necesidades de los cuidadores familiares de personas con demencia durante la pandemia de la covid-19 en España. Un trabajo en el que participaron Ana Sofía Pozo, Belén González, Débora Moral-cuesta, José Joaquín Roldán, Victoria Erice y Ana Remírez de Ganuza.
Tras constatar que durante el confinamiento los cuidadores familiares “estaban recibiendo escasa atención por parte de las instituciones en general y que en Afan aumentaban las demandas de apoyo para gestionar un poco los cuidados en este momento tan complejo, donde hay restricciones que impiden continuar con las rutinas que facilitan que estos pacientes puedan seguir teniendo una vida normalizada”, el Grupo de Demencias decidió “analizar qué estaba ocurriendo en los entornos domiciliarios para, posteriormente, dar respuesta con la creación de recursos”, expuso Carcavilla. Para ello, diseñaron una encuesta en la que participaron 106 personas, principalmente cuidadoras.
Como resultado de este estudio, que se ha publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease, los autores confirmaron que los cuidadores “no solo han tenido que aumentar el tiempo de atención debido al cierre de centros de día y otros lugares recreativos”, sino que “también han luchado contra el miedo a o contagiarse para salvaguardar la salud de sus seres queridos o la frustración de no contar con apoyo social”. En este sentido, expuso Carcavilla, “han echado en falta el apoyo tanto de instituciones públicas, como de recursos sociales cercanos”.
Tras mencionar que la mayor parte de los encuestados eran de Pamplona y Comarca, señaló que “echaban de menos información sobre qué se podía hacer y qué no”. Por ello, continuó esta investigadora del Instituto de Neurociencias de Castilla y Léon natural de Ribaforada, “nos han exigido que si esto se repite haya unas guías claras de qué tipos de apoyos pueden contar y, sobre todo, información de qué pueden seguir haciendo”.
Con el fin de dar respuesta a esta problemática, Carcavilla expuso que están coordinándose con Afan y “el primer paso ha sido trabajar para generar una comunidad virtual, donde puedan encontrar recursos de apoyo a nivel informativo y también foros donde puedan hallar el respaldo de profesionales para dudas específicas”. Asimismo, trasladaron la inquietud a Derechos Sociales para, en un futuro, “crear respuestas combinadas, tanto sociales como institucionales”.
Porque, concluyó Carcavilla, “hay que poner más recursos, hay que cuidar a los que cuidan”. Para ello, apostó por “la tecnología. La pandemia ha incrementado el uso de internet, las teleconsultas..., pero es absolutamente necesario coordinar otros apoyos para que esos momentos de respiro y descanso sigan existiendo. Quizás coordinar acciones de voluntariado con medidas de seguridad para que sigan teniendo momentos para cuidarse a uno mismo, sabiendo que su familiar sigue estando acompañado de una forma segura”.
“Con los meses de confinamiento se ha evidenciado que hay que cuidar a los que cuidan”
Psicóloga y primera autora del estudio