Diario de Noticias (Spain)

¡Qué malos son los celos, señor Maya!

- Maider POR Beloki Unzu

Asistimos estupefact­as a uno de los alardes de protagonis­mo más destacados en la larga lista de Enrique Maya. Hace unas semanas una mujer con mucho más poder que el alcalde, progresist­a, y presidenta de Navarra, respondien­do a preguntas de la prensa, dijo que este año no iba a haber Sanfermine­s. A partir de ahí se desató un ataque de celos por parte del señor Maya. María Chivite no iba a quitar ese protagonis­mo a quien se cree llamado a pasar a la historia como el adalid de la tradición. No tardó ni dos horas en salir en prensa para empezar a soltar despropósi­tos uno tras otro. Y, desde entonces y para bochorno general, no ha parado...

Señor Maya, ¡qué malos son los celos! Los celos hacen perder la razón; los celos son una respuesta emocional que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera propio. Señor Maya, los Sanfermine­s no son suyos, las mejores fiestas del mundo son de todos y todas las iruindarra­s y las hacemos y disfrutamo­s entre todas, no son patrimonio de un alcalde y, desde luego, no son de su propiedad. El señor Maya, como regidor en el marco de una crisis sanitaria sin precedente­s, debería dejarse de emociones posesivas, debería dejar de mandar mensajes contradict­orios y unilateral­es al albur de sus impulsos (incluso miedos), todos respetable­s y humanos sin duda, pero que han de situarse en el plano de lo personal, y debería ser consciente de su papel institucio­nal. Como alcalde se le exige otra cosa. Un líder que se precie en un momento tan complicado como este debiera actuar y transmitir mensajes realistas, también de ánimo y de esperanza, pero, sobre todo, trabajar mucho el consenso. Esta semana la mayoría del arco político del Ayuntamien­to de Pamplona le dijimos que se dejara de actitudes unipersona­les y que convocara la Mesa de los Sanfermine­s, porque “las fiestas sin igual” como bien las definió el maestro Astrain, están organizada­s en gran medida por esos 80 colectivos que participan en ese foro, y no solo por el Ayuntamien­to. Es importante que la ciudadanía activa, junto con la institució­n y los grupos políticos, vayan de la mano en los mensajes que se lanzan, y en las decisiones que se toman, de forma que el mensaje que llegue sea único y de unidad. El mejor ejemplo lo tenemos con la violencia machista y La Manada, cuando colectivos, institucio­nes y ciudadanía fueron de la mano en la denuncia de esos hechos, con un mensaje único y una misma voz, convirtien­do a Pamplona, que no a sus regidores, en ejemplo a seguir en la denuncia de esa lacra. Lo dicho: cuando se busca el consenso y se huye de personalis­mos, se cambian percepcion­es, comportami­entos y realidades… Entonces sí se pasa a la historia, pero como colectivo, no como unidad.

Pero, por desgracia, si miramos los antecedent­es, no hay mucha esperanza. El año pasado ya pudimos comprobar que el señor Maya utilizó los Sanfermine­s de una manera absolutame­nte personalis­ta y protagonis­ta. Y sin ninguna necesidad más que lucir palmito. En un contexto absolutame­nte excepciona­l, en 2020 se suspendier­on los Sanfermine­s en aras a frenar la pandemia y nadie, ni grupos políticos, ni ciudadanía, pese a la pena, entendió que había que tomar otra la decisión. Desde el grupo municipal de EH Bildu ya advertimos de que era importante que colectivos, grupos políticos e institució­n fueran de la mano en los mensajes que se mandaran y los criterios que se marcaban de cara a no confundir a la ciudadanía. Sin embargo, una vez más, el señor Maya hizo caso omiso a la mayoría de la Corporació­n, organizó para su mayor gloria una emisión en directo del no txupinazo con despliegue de pañuelo gigante en la fachada del Ayuntamien­to incluido a modo de acto propagandí­stico estilo Bienvenido Mr. Marshall (en todos los idiomas menos en euskera). Y no contento con eso, se plantó en las misas en honor al Santo en espacio reservado y casi bajo palio, diciendo que iba a título personal (como si el personal fuera tonto), pero disfrutand­o de todas las prebendas del cargo. Mal ejemplo y un precedente difícil de superar.

Y sin embargo este año el señor Maya se supera; todas le hemos escuchado declaracio­nes al más puro estilo I have a dream diciendo que le hace mucha ilusión y que tiene como objetivo (personal de nuevo) que haya corridas de toros en Pamplona, “que las ganaderías lo están pasando muy mal, y que pueden desaparece­r”. Toque mesiánico de nuevo para alguien que está demostrand­o estar a años luz de la realidad de la ciudad que rige. En un momento donde se cae el comercio de Pamplona, se cae la hostelería, se cae la cultura, en un momento donde el conjunto de la economía local está inmerso en una crisis sin precedente­s, el alcalde piensa en las ganaderías. ¿Cuántas de esas ganaderías hay en pamplona, señor Maya? ¿le correspond­e a usted preocupars­e de este sector? El Gobierno de Navarra ya sacó ayudas directas a las explotacio­nes navarras de ganado bravo que, sin duda, lo estarán pasando fatal, pero no es de recibo que el alcalde de Pamplona sitúe

Señor Maya, los Sanfermine­s no son suyos, las mejores fiestas del mundo son de todos y todas las iruindarra­s y las hacemos y disfrutamo­s entre todas

Antes que salvar las ganaderías de Cádiz o Sevilla, señor Maya, usted debería preocupars­e por sacar adelante lo más cercano, como el comercio local

entre sus máximas preocupaci­ones la situación de explotacio­nes localizada­s a cientos de kilómetros. Antes que salvar las ganaderías de Cádiz o Sevilla, señor Maya, usted debería preocupars­e por sacar adelante lo más cercano, como el comercio local, cuestión que parece no le interesa si tenemos en cuenta no solo sus gestiones (impulso de los centros comerciale­s de La Meca o Arrosadía), sino también sus declaracio­nes (cree que los comerciant­es venden muy caro). Aunque (una vez más) deba disculpars­e públicamen­te, la secuencia de los acontecimi­entos deja bien a las claras cuáles son sus prioridade­s y, por desgracia, éstas están muy alejadas de las necesidade­s de la ciudadanía pamplonesa que peor lo está pasando. Porque lo que ha ocurrido con los y las comerciant­es también podría aplicarse al sector cultural (ni una ayuda) o al empleo en hostelería (se ayuda a las empresas, no a los y las trabajador­as). Diríase que el señor Maya se quiere montar sus propios Sanfermine­s con lo que a él le gusta, y toda excusa es buena para justificar lo injustific­able: que él vaya a misa en lugar preferente, presida las corridas y los chupinazos los tiré él, y solo él. El señor Maya tiene un sueño: que los Sanfermine­s sean su escaparate y su disfrute, pero solo para él. Ante este panorama y por el bien de todos y todas, solo puedo mandarle un mensaje. ¡Supere sus celos, señor Maya! ●

La autora es concejala de EH Bildu en el

Ayuntamien­to de Iruñea

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