Una pareja intenta colarse en una mansión para celebrar su boda
EEUU – Shenita Jones y Courtney Wilson habían planeado cada uno de los detalles del día de su boda e, incluso, crearon un sitio web dedicado al gran día. El lugar elegido para la celebración fue una gran mansión situada en Southwest Ranches, una ciudad en las afueras de Miami. Pese a que parecía que tenían todo organizado al milímetro, se toparon con un gran problema: la propiedad pertenece a Nathan Finkel, heredero de la franquicia de restaurantes IHOP. Wilson se habría hecho pasar por un posible comprador para poder visitar la casa en varias ocasiones. Así, sin que Finkel tuviera constancia de ello, la pareja había planeado dos días de celebraciones en su propiedad, llegando a llamarla, incluso, la “casa de sus sueños” y “la propiedad de Wilson” en el sitio web de la boda. El día de la celebración del enlace, Wilson llegó a la finca acompañado de otra persona para prepararlo todo, creyendo que el lugar estaría vacío, pero Finkel estaba viviendo en un edificio adjunto a la propiedad. En una llamada al 911, Finkel dijo a las autoridades: “Tengo gente invadiendo mi propiedad. Y siguen acosándome, llamándome. Dicen que van a celebrar una boda aquí y es el mensaje de Dios. No sé qué está pasando. Todo lo que quiero es que se detenga”. Cuando la Policía llegó al lugar pidieron a Wilson que se marchara y la pareja no fue acusada. Según el fiscal municipal, Wilson había tomado fotos en cada una de sus visitas a la mansión y preguntó a Finkel si podía usar el lugar para organizar la boda: “Nathan dijo que no”. Además, aparte de la celebración de la ceremonia, la pareja había invitado a los convocados al evento al día siguiente para la organización de un almuerzo: “Volver a nuestra casa para disfrutar de un maravilloso brunch dominical. A nuestros huéspedes se les servirán delicias de nuestro reconocido chef en nuestra piscina estilo centro turístico mientras se entretienen con una banda de jazz en directo”, avisaba el sitio web.
Reaparece una serpiente marina venenosa extinta hace más de 20 años
AUSTRALIA – Una serpiente marina muy venenosa dada por extinta por los científicos fue avistada nuevamente el 12 de abril en Australia. Se trata de una serpiente marina de nariz corta (Aipysurus apraefrontalis), una rara especie endémica detectada por última vez en 1998. El reptil fue redescubierto a 67 metros de profundidad en el arrecife Ashmore, un lugar donde era avistada regularmente hasta la década de 1970, fecha a partir de la cual su número fue disminuyendo. Esta serpiente parda de cabeza corta y puntiaguda fue descubierta por científicos que se encontraban a bordo de un barco de investigación equipado con “tecnologías robóticas avanzadas” mientras estudiaban una concha en el fondo marino, explicó la investigadora Blanche D’anastasi, del Instituto Australiano de Ciencias Marinas. El arrecife Ashmore, situado a unos 320 kilómetros de la costa noroeste de Australia, fue el hogar de una de las colonias de serpientes marinas más importantes del mundo, pero estas poblaciones empezaron a reducirse bruscamente sin una causa aparente. Para el año 2012, un total de 17 especies habían desaparecido del arrecife, detalló D’anastasi.
Crea un ‘Yayagram’ para facilitar la comunicación de su abuela
BURGOS – Un ingeniero inventó un dispositivo retro para facilitar la comunicación vía Telegram para su abuela, de 96 años. El hombre, identificado en medios locales como Manuel Lucio, residente en Burgos, reveló hace unos días a través de su cuenta en Twitter las características del aparato y cómo funciona. El autor señaló que el dispositivo, denominado Yayagram, hace dos cosas: mandar “mensajes de voz por Telegram con tan solo pulsar un botón”, y recibir mensajes que imprime en papel térmico. Explicó que al principio hay que elegir con un cable a quién enviar el mensaje y luego pulsar un botón rojo, empezar a hablar y soltar el botón al final del mensaje para que se envíe. Explicando la creación del aparato, escribió que su abuela “podría llamar por teléfono, pero no se maneja bien y no oye muy bien” y le resulta difícil “acertar en una pantalla táctil” para mandar un mensaje en Whatsapp. “Creo que el Yayagram le da independencia de poder comunicarse con todos sus nietos”, afirmó. El dispositivo está equipado con tres led que indican cuando está encendido, conectado a Telegram y grabando un mensaje.