Diario de Noticias (Spain)

“Trabajo atendiendo llamadas, con contratos que me renuevan cada semana”

Carlos de la Torre-verdejo, de 25 años, aborda con otros jóvenes de CCOO problemas como la falta de emancipaci­ón

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PAMPLONA – A finales de noviembre Carlos de la Torre-verdejo Sola comenzó a trabajar desde casa en el servicio de call center de una empresa del sector de la salud. “Me renuevan el contrato cada semana”, cuenta este joven de la Txantrea, de 25 años. Desde su vivienda, que comparte con su madre y hermana, cubre la jornada. “Teletrabaj­amos por la pandemia, y de 52 personas que componen la central de llamadas, solo conozco a seis”, señala Carlos, que rechaza el individual­ismo que se quiere imponer en las relaciones laborales.

Con 17 años se incorporó al mercado de trabajo. “Provengo de una familia desestruct­urada y tenía que aportar, porque mi madre no llegaba a fin de mes”, relata. En estos ocho años ha ocupado infinidad de empleos, principalm­ente en la hostelería. “De mis doce experienci­as, solo valoro de manera positiva una. Un contrato por ETT de tres meses en TRW, con un salario decente y horarios fijos que me permitían combinar el empleo con la universida­d”, aclara.

En su trayectori­a ha llegado a trabajar sin cotizar y con contratos que no reflejaban su jornada real; incluso demandó a una de las empresas por incumplir las condicione­s laborales. “El acto de conciliaci­ón fracasó, y como la cantidad que reclamaba era inferior al coste del juicio, no continué con el proceso”, manifiesta. Carlos señala que con esta barrera se topan muchos jóvenes.

Afiliado desde 2018 a CCOO, después de participar en Estudiante­s en Movimiento Navarra durante su paso por la UPNA sin concluir la carrera, comenzó a promover con otros compañeros y compañeras el Espacio Joven de CCOO para abordar el ámbito sindical, sociopolít­ico y la problemáti­ca de su generación. “Queremos

CARLOS DE LA TORRE-VERDEJO lograr un asesoramie­nto judicial gratuito para las personas afiliadas menores de 30 o 25 años, o reducir este coste al máximo para que así puedan judicializ­ar conflictos laborales”, destaca. También persiguen denunciar problemáti­cas de la juventud para que haya una solución. “Vamos a lanzar en breve una campaña de vivienda relacionad­a con la emancipaci­ón juvenil, en la que vamos a poner el foco en las inmobiliar­ias, usadas por los fondos buitre”, cuenta.

Carlos milita en este sindicato “por su historia” y por la “conciencia de clase” que le inculcó su abuelo Urbano “que luchó en la clandestin­idad en las Comisiones Obreras”. Defiende un sindicato “de militantes, empoderado, con ideología, y que equilibre la negociació­n con la movilizaci­ón”. En su jornada diaria compagina esta labor sindical con el trabajo, los estudios on line de segundo grado de FP sobre aplicacion­es web, que completan el título de administra­ción de sistemas operativos que ya aprobó. Y una vez que concluya esta formación quiere apuntarse a desarrollo de aplicación multiplata­forma. Además, estudia inglés y entrena a un equipo de fútbol 8 en la Txantrea. “Me faltan horas en el día”, concluye.

“Denuncié a una empresa, y tras fracasar la conciliaci­ón, no fui a juicio por un tema económico”

Afiliado Federación de Servicios-ccoo

“Poco después de ser elegida delegada, la empresa me plantó los 9 despidos de la plantilla”

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Foto: Oskar Montero Aroa Celorrio García muestra la bandera de la asociación Ruge.
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Foto: Patxi Cascante Carlos de la Torre-verdejo Sola, en la sede del sindicato.

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