Azpilicueta, a la final inglesa
LIGA DE CAMPEONES EL CHELSEA DEJA FUERA AL REAL MADRID Y LUCHARÁ POR EL TÍTULO CON EL CITY
LONDRES – El Real Madrid puso fin a su magnífica racha de 19 partidos sin perder en el peor momento de la temporada, en la vuelta de semifinales de la Champions, un duelo que le deja en la cuneta en su pelea por la decimocuarta Copa de Europa de su palmarés tras caer ante un Chelsea (2-0) netamente superior en casi toda la eliminatoria.
Esta vez no hubo perdices, ni finales felices para el 13 veces campeón, que empezó sometido y acabó acorralado. El Chelsea, en el que el navarro César Azpilicueta vivirá su primera final de Champions, en un duelo inglés ante el Manchester City de Pep Guardiola, pudo haber marcado hasta cinco goles en ocasiones claras que detuvo Courtois, el mejor en los merengues. En lo ofensivo, nada de nada, salvo un cabezazo de Benzema y otro disparo del francés desde fuera del área que detuvo Mendy.
Los pupilos de Thomas Tuchel fueron a más con el paso de los minutos y demostraron su letalidad cuando percutían por la banda. Su capacidad para desarbolar a Sergio Ramos –que volvió tras dos meses muy lejos de su nivel– hizo encender las alarmas a un Zidane que tardó en reaccionar.
El Chelsea avisó al cuarto de hora con un gol de Werner anulado por fuera de juego. El alemán sí encontró el 1-0 a la media hora tras una jugada sensacional de Kanté que arrancó por una pérdida en la medular.
Los blues triangularon a la perfección, Havertz superó a Courtois con una vaselina, el balón pegó en el larguero y Werner, con tranquilidad y libre de marca, marcó sin oposición con la testa. Un gol que no cambió el rictus de los españoles, que comenzaron la segunda parte con el mismo sufrimiento que terminó la primera. Un larguerazo, otro más.
Tres minutos después, Mount perdonó el segundo y rozando la hora de partido llegó la más clara de los londinenses en un mano a mano del propio Havertz, que detuvo el portero del Real Madrid en una acción milagrosa.
Todo apuntaba a que la épica no iba a tener lugar ayer. Los de Tuchel replicaron una y otra vez, Kanté no se quedó lejos a 25 minutos para el final, pero tuvo que ser Mount –asistido por Pulisic– quien acabase con la intriga local en un gol más que buscado.