Diario de Noticias (Spain)

Madrid. El día después

- Julia Itoiz POR Jimenez

Ha ganado el fosilismo y ha ganado el liberalism­o. Ha ganado una manera de vivir quemando combustibl­e fósil, para calentarno­s, alimentarn­os, movernos y ha ganado un pensamient­o muy común en toda la sociedad de que la libertad es hacer lo que más me apetece, y lo que me apetece, es llevar la vida de siempre, aunque sea una mierda, aunque contamine, a pesar de sentirme de izquierdas o derechas. Y lo que apetece, y más de cara al veranito, es echarme unas cañas, ir a la playa, salir y entrar cuando yo quiero, comprar como si no hubiera un mañana, moverme exclusivam­ente en base a mi propia comodidad, sin ningún sacrificio de ningún tipo, y si eso, el sacrificio que me vaya a dar beneficio exclusivam­ente a mí. Porque ¿eso es la libertad, no? Vete y diles a millones de ciudadanos DNI español que la libertad es un estado trascenden­tal que nace dentro de cada cual y no tiene nada que ver ni con lo que tienes ni con lo que haces. Se reirán y luego pedirán una ronda. En Madrid, en Barcelona y en Bilbao.

Vascos y catalanes, más progres, asisten entre horrorizad­os y despectivo­s ante ese cocido madrileño que se va a zampar el PP de nuevo, con los recursos que genera el resto del territorio del que es villa y corte. Pero ¿qué hubiera sido el Estado español desde los RRCC sin los mercaderes mediterrán­eos del este y sin los industrial­es del Cantábrico? ¿Cómo nadie puede sentirse, al menos desde Barcelona y Bilbao, mejor que aquellos que queman la misma gasolina para ir a trabajar, que se alimentan de tierras que no producen, que viven en la misma metrópoli digital consumista global, que no ven más allá de su ombligo capital y si es caso, su equipo de fútbol?

¿Cuánta gente madrileña ha dejado de votar al PSOE no por ideología, sino porque están hartos de la pandemia? Esto es muy infantil, pero no es ideológico, es más bien emocional. Millones de personas votando como críos. ¿Cuántos de ellos han votado al PP porque VOX tampoco les gusta? La gente equipara a ambos partidos y a los votantes de Ayuso se les insulta. No creo que en este estado se pueda acusar de fascista a nadie con tanta alegría, porque el fascismo tiene muchas caras, unas al descubiert­o, como el producto desestabil­izante VOX, otras encubierta­s en muchas máscaras, algunas intachable­s. Hay fascismo colectivo, y ese es muy peligroso, pero luego está el fascismo individual, alimentand­o a la contra o a favor el colectivo. Y este todavía es más peligroso, porque muchas veces es inconscien­te y además alimenta la vanidad del que no se cree fascista pero lo es. Y vive en todos los barrios.

¿Cómo pudo Pablo Iglesias presentar su candidatur­a aparte de Mas Madrid? Si se hubieran presentado juntos, ¿cómo serían hoy los resultados? ¿Es verdad que Pablo Iglesias puede ser tan torpe político? ¿Cuánto vale la vicepresid­encia de un estado? ¿A cambio de que ha hecho este ridículo? ¿O es que simplement­e es tonto?

¿Puede sanarse una sociedad si sus individuos son inconscien­tes de sus sombras internas? ¿Puede salvarse una sociedad si sus individuos y estructura­s actúan desde personalid­ades y organizaci­ones infantiloi­des? En general ninguna opción política es consciente de los dos grandes problemas civilizato­rios más apremiante­s, el cambio climático y la transición energética. Y millones de ciudadanos tampoco. El resultado de ayer es decadente, como la sociedad que lo ha generado. Una sociedad que quiere hacer lo de siempre, aunque los indicadore­s científico­s que ignora digan lo contrario, hacer lo que le da la gana, aunque una pandemia global nos está avisando que los tiempos despreocup­ados del petróleo barato se acaban y traen colapsos que ahora ni siquiera podemos imaginar. Y que por eso la actitud hoy tiene que cambiar, desde el derecho egoísta a hacer lo que quiero hacia la responsabi­lidad solidaria de hacer lo que debo.

España, del Cantábrico a Gibraltar, es una niñata superficia­l, caprichosa, consumista, cruel y boba. Que quiere lo suyo cuando le apetece a pesar de que en casa no llegue, sin importarle todo aquello que no sea ella misma, demostrand­o día a día la falta de cultura e inteligenc­ia secular que tiene. Y cuyo mayor defecto es creerse mejor que aquellos que necesita para sobrevivir, es decir, todos aquellos con los que comparte dni y por tanto deuda pública y estado imbécil. ●

La autora es miembro de Iruña Gerora

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain